Redacción: Nicole Yanira Ruiz Sornoza
El cine en Manabí es como una joya escondida en un cofre de tesoros olvidado, debido a la falta de apoyo, a pesar de que hay bastante material, se enfrenta a la oscuridad de un teatro sin espectadores y a la falta de una alfombra roja que lo destaque.
Carlos Quinto, artista, un hombre de tez blanca detalló que los artistas son como buceadores que exploran esas aguas turbulentas para sacar ese tesoro que tiene Manabí en sus historias y las cuales merecen ser escuchadas, la falta de apoyo es como olas que los arrastran sin tener oportunidades.
“Espero que el cine manabita siga creciendo y que obtenga más apoyo, en Manabí hay muchos talentos e historias por narrar a través de audiovisuales”, aseguró Quinto cuando se encontraba sentando mientras revisaba un documental en el celular.
El cine manabita debe tener la oportunidad de iluminar las pantallas con historias que reflejen la cultura y herencia que tiene Manabí, pero sin el apoyo adecuado, las voces se desvanecen en el abismo del anonimato cinematográfico.
- ¿Cuál ha sido su contribución en el cine de Manabí?
Creo que mi contribución en el cine manabita ha sido buena, yo he hecho hasta ahorita 3 documentales, 6 cortometrajes, 2 largometrajes dirigidos por mí, 2 que no han salido, y creo que con todo este historial, somos parte del festival cinrecreo, con su 14 ediciones, esa contribución creo que es más que suficiente, no estoy contento, todavía me falta más, pero hasta ahora eso ha sido mi contribución.

- ¿Qué significa para ti ser un cineasta en Manabí, cómo influye en tu trabajo creativo y en tus relaciones con la comunidad local?
Ser un cineasta en Manabí es una experiencia única y enriquecedora. Esta región, con su rica historia y diversidad cultural, me brinda una fuente inagotable de inspiración. La belleza de nuestros paisajes y la autenticidad de nuestra gente son ingredientes esenciales en mis películas, infundiendo un sentido de identidad y pertenencia a mi trabajo creativo.
- ¿Por qué es difícil que el cine en Manabí sea un trabajo bien remunerado?
El cine en Manabí enfrenta dificultades para ser un trabajo bien remunerado debido a la falta de inversión, la limitada audiencia local, la escasa visibilidad y apoyo, las condiciones laborales precarias, y la intensa competencia en la industria. A pesar de estas limitaciones, como artistas del cine en Manabí, seguimos comprometidos con nuestro arte y esperamos que con el tiempo, se reconozca nuestro talento y se generen oportunidades que nos permitan recibir una remuneración justa por nuestro trabajo creativo.
- ¿Cómo afecta el poco incentivo para trabajar en cine de Manabí?
Bueno, la afección es fácil. ¿Por qué afecta esto el incentivo para el trabajo del cine de Manabí? Porque sin dinero no hay como hacer sobre todo nada de arte. Nosotros los artistas vivimos prácticamente de una empresa, un incentivo que nos pague el Estado, pero repito, el Estado y los políticos no tienen conciencia sensitiva elemental del arte. Hay muy pocos empresarios que apuestan por nosotros, los pocos que hay, lo hacen con conciencia y por eso afecta muchísimo, sino hubiera más arte en Manabí. Aunque contamos con buen material, por ejemplo, de cortometraje para el Festival Sin recreo, es lindo ver llegar 8 o 10 cortometrajes, películas pequeñas, que eso ya es bastante.
- ¿Cuáles son los retos que ha presentado el cine, luego de la digitalización?
Yo creo que no ha sido un reto porque ahora es más fácil. Es más fácil desde un dispositivo de teléfono, poder convertir la imagen en una historia contada visualmente, eso también ha ayudado muchísimo, ahora con un par de teléfonos, el uno que te sirva de micrófono y el otro que te sirva para grabar, y que al mismo tiempo te va a servir como para editar, ha facilitado esto. Porque es más fácil tener un teléfono con una cámara. Eso sí, la cámara es evidente que tenga más calidad, pero se puede con un teléfono.
- ¿Ha habido un aumento de productividad en el cine por la digitalización?
Si hemos recibido un aumento en la digitalización en el cine. Y sí ahora se produce más por el cinrecreo, antes era muy complicado con cámara, pero desde el hecho de tener un dispositivo telefónico ha hecho que se ha aumentado la cantidad, más no la calidad.
- ¿Qué ventajas ve en el cine manabita a diferencia del cine de otros países?
Yo creo que nosotros somos muy creativos, nuestras historias tienen más valor porque son parte de historias reales, de historias más cotidianas y menos ficción. Y es por eso por lo que en Manabí se hace mucho cine y también se crea mucha historia desde la narrativa. Por eso yo creo que en Manabí somos creativos de nacimiento.
- ¿Cómo se puede mejorar la distribución de las películas manabitas a nivel nacional e internacional?
Las plataformas digitales son una ayuda bastante. Lo que pasa es que nosotros a veces somos un poco quedados y no investigamos, pero hay mucha gente que está viendo nuestro cine. Yo, por ejemplo, pertenezco a HEDA, que es una empresa que se encarga de custodiar tu audiovisual y que se ha mostrado exteriormente. Y como claro, yo no tengo recursos, pero si los tuviera a través de HEDA, podría ir a muchos festivales internacionales que se presentan a nivel del mundo. Hay HEDA en Ecuador, España y Uruguay. Yo, por ejemplo, no tengo recursos para ir a festivales internacionales. Puedo enviar mis cortos, pero solo los puedo enviar no puedo ir personalmente porque no tengo los recursos para movilizarme.
- ¿Cómo podría el gobierno de Ecuador, apoyar a mejorar al cine manabita?
El gobierno en Ecuador parece no tener interés en mejorar la cultura, ya que no asigna recursos significativos a instituciones como el INPC (Instituto Nacional de Patrimonio Cultural), el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Turismo. En contraste, países como Colombia y Argentina cuentan con institutos de cine y audiovisual que reciben considerables inversiones anuales (alrededor de 500 millones en Argentina y 300 millones en Colombia). Esto contrasta fuertemente con Ecuador, donde la financiación para la cultura es mínima, llegando solo a alrededor de 700 mil dólares en un momento dado. En general, parece que el gobierno ecuatoriano no está interesado en fomentar la cultura y las artes, lo que contrasta con la inversión que realizan otros países de la región.
- ¿Qué historias o temas considera que son únicos para el cine en Manabí y que merecen ser contados en la pantalla grande?
En Manabí, las historias de resiliencia frente a desastres naturales, la diversidad de nuestras tradiciones culturales y la relación íntima entre la comunidad y el entorno costero son temas únicos que merecen ser contados en la pantalla grande. Las experiencias de enfrentar terremotos, inundaciones y otros desafíos climáticos, así como las festividades locales, la música y la danza que reflejan nuestra identidad, ofrecen una rica paleta de narrativas por explorar.