Por Pineda Mantilla Camila
En un acto de valentía y compromiso con la comunidad, el propietario de un terreno olvidado en el barrio Santa Martha situada en el cantón de Manta, tras varias quejas de los moradores ha devuelto la vida a un Edén perdido entre la maleza y la basura. Lo que alguna vez fue un vergel de posibilidades y belleza natural, se convirtió con el tiempo en un oscuro rincón, donde las hierbas crecían enredadas como pensamientos desordenados y la basura se apilada como los lamentos olvidados en el fondo de un cajón.
“Este terreno estaba convirtiéndose en basurero y muchas veces el mal olor era insoportable”, denunció Ana Martínez moradora mientras barría su patio.
Armado con determinación, el propietario se puso manos a la obra y limpió el terreno. Su acción no solo evitó posibles multas por el descuido del lugar, sino que también devolvió un aspecto más presentable a la zona, mejorando la calidad de vida de los vecinos y recuperando un espacio que había sido abandonado por demasiado tiempo.
“Pido mis sinceras disculpas a los moradores de este sector por mi negligencia ya que no contaba con los recursos para realizar esta limpieza de la manera adecuada”, vociferó Adonis Nieto con una expresión de tristeza.
Las quejas de los moradores, convertidas en susurros de descontento que se perdían en el viento, finalmente fueron escuchadas. El propietario, como un navegante intrépido en un mar de desafíos, logró evitar las multas y los reproches, transformando la crítica en admiración y gratitud.