Por, Coraima Alvia Flores
En una esquina de la calle 14 y la avenida 23 de la ciudad de Manta, persisten huellas por las secuelas de un accidente automovilístico ocurrido a principios de este año. Este sitio, marcado por las secuelas del suceso, se ha convertido en un recordatorio palpable de la inacción oficial, generando un creciente descontento entre los residentes.
La falta de intervención no solo deja cicatrices visuales, sino que también alimenta la percepción de que la administración no está cumpliendo con su responsabilidad de mantener y mejorar la calidad de vida en la zona. Roxana López, moradora del sector, aseguró con descontento que, a pesar de la evidente necesidad de intervención, nadie ha tomado medidas para abordar esta situación preocupante. “Es terrible que se siga sin hacer alguna reconstrucción”, lamentó López, reflejando el sentimiento generalizado de la comunidad, que busca respuestas y acciones concretas por parte de las autoridades locales.
Fernando Ávila, otro residente de la zona, quien andaba caminando junto con su amigo fiel, afirmó que, aunque la causa principal haya sido un accidente, de todas maneras se debería buscar soluciones para restaurar este daño. “Entiendo que sea algo que sucedió de manera espontánea, sin embargo, no debería tomarse tanto tiempo arreglar esta esquina”, cuestionó Ávila.
Esta situación, lejos de ser solo un incidente aislado, se erige como un emblema de la necesidad imperante de intervención y restauración, exigiendo una respuesta inmediata por parte de las autoridades locales para remediar la herida abierta en el corazón de la comunidad.
