Por Virginia Aray
Una joven emprendedora convirtió su amor por la repostería en un pequeño negocio. Lo que comenzó como un simple hobby en la cocina de su hogar ha evolucionado rápidamente en un emprendimiento que deleita los paladares de las personas.
Alejandra Briceño se embarcó en la aventura de aprender a hacer galletas caseras debido a su profunda obsesión por estas delicias. Decidió investigar y aprender cómo elaborarlas por sí misma. ‘‘Soy de esas personas que le encanta compartir cuando me gusta mucho algo, así que comencé a darle galletas a mis amigas’’, expresó entusiasmada la joven emprendedora.
Se dio a conocer poco a poco y las comenzó a vender para tener sus propios ingresos e independizarse.

Siendo talentosa en esta área pudo vender sus postres a sus amigos y a los estudiantes universitarios, también participó en algunas casas abiertas y ferias locales en su ciudad natal Manta, donde las personas quedaron fascinadas con sus galletas las cuales son de avena, chispas de chocolate, rellenas de avellanas, como también algunos cheesecake.
La calidad y el sabor de sus productos han llamado rápidamente la atención de los fanáticos los postres, sus galletas son las más famosas por su relleno de avellana y los suaves que son. ‘‘Las galletas fueron mis favoritas por su sabor y el precio que tienen es un accesible, las volvería a pedir’’, comentó Franklin Pilay estudiante.
La pequeña emprendedora sigue su camino para mejorar sus productos y así poder llegar a más personas y tener más clientes fijos que pidan la variedad de postres que vende. instagram.com/u_bright_desserts/