Por: Antonella Alava
Este domingo, 12 de noviembre de 2023, la academia fue el epicentro de una competencia de kickboxing que llevó a los participantes a los límites de su fuerza y resistencia.
El escenario vibraba con la algarabía del público, que se agolpaba para presenciar la destreza de los competidores, en el aire se respiraba el aroma del sudor, el cual caía como gotas de esfuerzo y dedicación, cada movimiento, cada golpe, era una expresión de la disciplina y el coraje que impulsa a estos jóvenes a enfrentarse en el cuadrilátero.
La competencia fue como una danza de fuerza y agilidad, donde los participantes, más que luchadores, se convirtieron en artistas que pintaban con sus movimientos la historia de su valentía. La energía en el ambiente recordaba a un tornado de emociones, donde la audiencia era arrastrada por la intensidad de cada encuentro.
Desde la perspectiva de uno de los participantes, Marco Ganchoso, vociferó que, «este evento es más que una competencia, aquí, cada luchador es una historia de superación personal, un capítulo en el libro de nuestra dedicación y pasión por el kickboxing».
Analía Bermúdez, una asistente, compartió su entusiasmo. «Ver a estos chicos luchando con tanta entrega es inspirador, cada uno es un guerrero en su propia batalla “, añadió.
Los vencedores, desde el primer hasta el tercer lugar, se erigieron como héroes modernos, con cintas que no solo simbolizan su destreza en el arte del kickboxing, sino también su compromiso y perseverancia.
La competencia en la academia López Vera Kick Boxing no solo fue un enfrentamiento físico, sino una prueba de determinación, donde cada participante dejó una parte de sí mismo en el ring. La calle 10 de agosto fue testigo de una batalla que trascendió el deporte para convertirse en una expresión de valentía y fortaleza.