Por : Angie Intriago
En las pintorescas calles de Manta, en los días soleados, es donde Hugo Lucas aprovecha su día en busca de sedientos comensales, que deseen probar su exquisitez y tradicional helado de pan.
Hugo surge en los barrios como un capitán que navega por la tradición, el helado de pan es una tradición que distingue a ciertas ciudades de Manabí, lo que diferencia a los helados de Hugo, es que él realiza los panes, aplicándoles una pizca de dulzor, que se siente en cada mordisco, Elvira Delgado, siempre espera que por su casa pase Hugo, para calmar los días de sol. “Conozco a Hugo desde pequeña, con mi padre decimos que los años no pasan por él, pero sus helados recuerdan mi infancia y los días en que era un privilegio comerse un helado de pan”, narró Delgado mientras pedía un cono de obsequio.
“Ya nadie quiere seguir con esta tradición, aunque es muy buena venta, a los chicos no les gusta el trabajo de su padre, quieren seguir otras cosas, dicen que mi trabajo no es para ellos”, detalló Hugo mientras cortaba los panes.
Aunque para muchas generaciones es un mordisco para recordar, para otras ya no, incluyendo a los hijos de Hugo que tienen otras aspiraciones en la vida, Hugo surge en este escenario como una reliquia que lleva con pasión en su corazón.