Por: Javier Aguilar
En una conmovedora historia de esperanza y compasión, una perrita rescatada hace unos meses en el sector de las “Villas del Seguro” en la ciudad de Manta, ha encontrado su camino hacia un hogar lleno de amor y cuidado. La pequeña, antes desamparada y solitaria, ahora disfruta de una vida plena y feliz gracias a la bondad de sus salvadores, la familia Delgado.
Patricia, no dudo en brindarle alimento y a tratar de curar sus heridas, lo más importante, el afecto que tanto necesitaba. Después de semanas de cuidados, Nina, como fue apodada, comenzó a mostrar signos de una alegría incondicional. Su personalidad juguetona y su cola enérgica revelaron la fuerza que había dentro de ella, a pesar de las adversidades que enfrentó en el pasado.
La transición a su nuevo hogar fue un emocionante capítulo en su viaje de superación. La familia Delgado, ha estado trabajando incansablemente para asegurarse de que se sienta segura y amada.
«Nina ha llenado nuestra casa de risas y amor desde el primer día. Estamos agradecidos de haber tenido la oportunidad de brindarle un hogar seguro y cariñoso. Ella nos recuerda a diario la importancia de dar segundas oportunidades», admitió Patricia Delgado, mientras acariciaba la cabeza del animalito.
Así mismo, Alejandra Delgado, sobrina de Patricia, afirma que Nina se ha convertido en la consentida de la casa, duerme con ella e incluso por las noches cuando se sube a su cama y se ubica bajo sus pies, la hace sentir segura con su compañía.
Esta historia de resiliencia y bondad destaca la importancia de la adopción de animales y el papel crucial que puede desempeñar cualquier persona con el ánimo de ayudar. Nina es un recordatorio con patitas que, con el apoyo adecuado, incluso aquellos que han enfrentado momentos difíciles pueden florecer y encontrar la felicidad en un hogar lleno de amor