Denysse Antonella Álava Montesdeoca
Después de dos años de silencio forzado, la murga de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (Uleam) ha regresado con una fuerza y vitalidad que no puedo pasar por alto. Este evento es , parte de la semana de festejos que conmemoran los 38 años de la Uleam, me ha dejado impresionada y reflexionando sobre el papel que la academia puede desempeñar en la vida cultural de Manta.
La noche del 9 de noviembre, las calles se llenaron de color, música y alegría gracias a los 13 carros alegóricos y comparsas que desfilaron desde Santa Martha hasta el malecón Jaime Chávez Gutiérrez. Estos carros, diseñados y construidos por estudiantes y docentes de diversas áreas, no solo fueron una muestra de creatividad, sino también un viaje fascinante a través del tiempo y las culturas, desde la antigua China hasta el metaverso contemporáneo, la murga se convirtió en un escenario donde la historia y la academia se fusionaron en una celebración vibrante.
Lo que más me impresionó fue la participación y el entusiasmo de todos los involucrados, las comparsas, formadas por estudiantes de diferentes carreras y facultades, mostraron una energía contagiosa al bailar y cantar al ritmo de la música. Fue evidente que este no era solo un desfile, sino una expresión colectiva de identidad y orgullo universitario.
Al observar a las familias, estudiantes, docentes y turistas que se unieron a esta fiesta, no pude evitar sentir una conexión profunda con la comunidad manteña. Este evento no solo revivió a Manta después de la pandemia, sino que también resaltó la importancia de que la universidad no solo sea un lugar de estudio, sino un espacio donde la cultura y la educación se entrelazan para enriquecer la vida de todos.
La murga de la Uleam me ha dejado una impresión duradera, no solo es un evento festivo, es un recordatorio de la vitalidad y diversidad de nuestra comunidad. Me complace ver cómo la universidad no solo celebra su aniversario, sino que también motiva a todos a participar y vivir esta fiesta, es un acto que, en mi opinión, debería inspirar a otras instituciones a seguir este ejemplo y contribuir al florecimiento cultural de nuestras ciudades.