Por Danna Macias y Analy Mero
A pesar de encontrarse en pleno siglo XXI la ciudad de Calceta perteneciente al cantón Bolívar se enfrenta a una situación alarmante, la ausencia de un mercado de abastos adecuado. En su lugar cuenta con un mercadillo improvisado en dos calles entre la carretera Granda Centeno, Ricaurte, Bolívar y Sucre, dando apariencia a un mercado chino. Esta situación genera un aspecto de insalubridad tanto para la ciudad como para aquellos que se acercan a adquirir los productos.
De que era un mercado totalmente renovado solo queda en varillas estilo del atraso administrativo de la alcaldía anterior a cargo del exalcalde Walther Cevallos. La infraestructura general de un mercado permanente y sostenible no persiste en Calceta, esto transcurre tras el terremoto del 16A que azotó al país causando la pérdida del antiguo mercado municipal, considerado por las personas como el corazón y movimiento central de la ciudad.
´´Tras el terremoto en nuestra ciudad hubo daños materiales y entre estas nuestro mercado, han pasado 7 años en el cual hemos tenido que adaptarnos a los espacios que nos ofrece las autoridades, pero esto no basta, debido a que nos encontramos en un desorden y un ambiente que no es favorable para los alimentos y la salud de los que trabajamos como vendedores y de las demás personas´´, señaló Oliver Cabezas, negociante comercial.
Tras el derrumbe del mercado central, el sector comercial atravesó distintos cambios en su entorno comercial y financiero. La falta de un sistema eficiente de gestión administrativa en el control del mercado, afecto de manera directa y perpetua a la zona comercial tras el traslado de comerciantes a sectores lejanos del entorno fructífero.
El factor principal de esta problemática sin inmediatez alguna, radica en la gestión administrativa de las operaciones municipales, tras no disponer de la voluntad y recursos económicos para el cumplimiento de este proyecto abortado.
En la actualidad la cantidad de comerciantes y vendedores que paran en el lugar con sus puestos de trabajos varían entre los 60, disminuyendo el área laboral de la zona. Pese a esto, los vendedores han sabido adaptarse a las diferentes fases y etapas en el transcurso del tiempo, pero al mismo tiempo ha resultado dificultoso mantener sus negocios en lugares dispersos.
La cruda realidad
Calceta ha atravesado por distintos panoramas comerciales, debido a la afectación del mercado municipal a causa del terremoto 16A, los mercantes desde esa fecha han tenido movimientos en dos puntos de la ciudad. El primer asentamiento fue en el barrio San Bartolo, en una cancha deportiva pública, donde por la falta de espacio de los 90 comerciantes del mercado se construyó una cubierta en la calle principal de este sitio, donde permanecieron 8 meses. Esta oferta comercial no duró mucho, puesto que los ingresos se vieron afectados por los precios elevados de las rentas.
Durante protestas y conversaciones con la administración antigua del alcalde Walther Cevallos Pinargote, no se llegó a ningún acuerdo por ambas partes, lo que provocó que el 45% de comerciantes se trasladaran a los exteriores del antiguo mercado central, siendo el segundo asentamiento de traslación comercial.
Actualmente, la ciudad cuenta con un prototipo de similitud de un mercado por veredas y calles donde comerciantes y vendedores proporcionan alimentos de todo tipo desde mariscos hasta hortalizas, sin contar con un espacio factible a sus necesidades. Así mismo la actual administración municipal no ha emitido ningún conversatorio con los comerciantes.
Ronny Faula, comerciante y proveedor indica que si el mercado se vuelve a construir en el sitio que pertenecía los negocios no se dañarían, puesto que tendrían mejores ventajas de restablecer un mercado con la accesibilidad que tendrían todas las personas del pueblo.

Una promesa sin destino
El consorcio Bolívar Market, a cargo del mercado municipal de Calceta, indicó el 15 de marzo del 2022 el inicio de la construcción de las estructuras de cimentación del mercado, dando un costo a la obra de 4´87.338,3967(+IVA) y un plazo de 450 días para su terminación.
El 10 de noviembre la administración municipal pasada a cargo el Sr. Walther Cevallos Pinargote, en la cuenta oficial de YouTube de la alcaldía de Bolívar, muestra un proyecto sobre el mercado alimenticio, de tal manera que el 27 de octubre de 2022 se aprobó en la mesa directiva la construcción del mercado con fondos municipales.
La edificación del proyecto contaba con dos plantas, que tendría 220 locales para el comercio, en la parte baja se encontraría con las secciones de legumbres, mariscos, plátano, dulces y abarrotes, así también contaba con un local comercial a concesión. En la parte alta se tenía previsto los locales de cárnicos, lácteos y el patio de comida, el mercado contario con parqueadero en la calle Sucre y Bolívar.
Este proyecto fue propuesto a la ciudadanía de Calceta en vano, tras solo concretar una estructura con apariencia de esqueleto y terminar en una propuesta sin fruto productivo.

Higiene
Los mercados son de vital importancia y representan un desafío en el abastecimiento de alimentos en las ciudades para contribuir a la nutrición y seguridad alimentaria, así como la higiene y espacios adaptables para evitar la prevención de enfermedades, es por esto que se necesita adecuar cada área de trabajo con aseo y limpieza.
En una investigación publicada por estudiantes de la carrera de Agroindustria de la Escuela Superior Agropecuaria de Manabí (ESPAM), se realizó un estudio acerca de la industria cárnica en la población del Cantón Bolívar, enfocado en el mercado comercial.
Dando como resultado que el 96% de consumidores de carne, prefieren la carne bovina frescas con cortes procedentes de tercenas, aunque con una percepción en incremento hacia cortes más protegidos y con mejor empaque de supermercados, donde se consume hasta 1,8 kg/ cada semana en carne fresca, embutidos y ahumados de marcas registrada. Esta perspectiva favorece a los productos cárnicos estandarizados, con la reducción de riesgo de salud por malas prácticas conocidas como faenamiento en el camal local.
La ausencia de un espacio establecido para un comercio minorista se ve afectado para los vendedores, debido a que sus mercancías están expuestas a la ingesta de olores y los problemas vehiculares que persiste en las calles.
Donde se evidencia un estado de insalubridad, la presencia de caninos, olores nauseabundos, desperdicios de mariscos en el piso y la presencia de motocicletas cerca del producto, siendo este un factor principal para la contaminación de estos alimentos, así mismo se percibe la falta de inocuidad por parte de los comerciantes, al tener contacto directo con el producto.
Johan Robenio Álava, proveedor minorista comenta que el desafío de vender productos en la calle es la exposición a la contaminación de los alimentos, también resalta que el polvo es un factor que propaga contaminación y por esta causa, a veces las personas no quieren comprar y dejan botado el pedido o lo cancelan.
Por parte de la municipalidad, el día sábado que es el feriado comercial de la localidad, se encuentra distribuidos por 19 agentes de control de seguridad en la zona comercial. Ronny Solorzano, agente de control comenta que el funcionamiento de él es mantener el orden, la seguridad, supervisar las transiciones y proteger a los consumidores de posibles abusos.
La falta de un mercado de abastos de manera estable en Calceta representa un desafío importante para esta ciudad en plena era de modernidad, atravesando por impedimentos en su sistema organizacional y un control de higiene en el área.
