Por: Nancy Zosa
Como músicos comprometidos con la salud del planeta, la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí lleva a cabo, día tras día, una interpretación magistral de la clasificación de basura. Con sus siete puntos de acopio distribuidos estratégicamente, el campus se convierte en un escenario donde la conciencia ambiental se eleva a la categoría de arte. A través de esta coreografía diaria, la Alma Máter se sincroniza con el Municipio de Manta, en una danza armoniosa que lleva los desechos hacia su destino adecuado. En esta sinfonía ecológica, la universidad y el municipio son como dos secciones de una orquesta, cada una desempeñando su papel para lograr una composición final de pureza medioambiental.
Si bien los desechos son clasificados, y hay una adecuada distribución dentro de la ULEAM, el problema suscita luego de la intervención del municipio, todos los desechos se mezclan dejando en vano la labor de la universidad.
En la ULEAM los pasillos no solo resuenan con el murmullo académico, sino también con el suave crujir de bolsas reciclables y la apertura cuidadosa de tapas de tachos de basura. La clasificación de residuos ha florecido como un jardín de sostenibilidad, cultivado por el esfuerzo conjunto de estudiantes, conserjes y la dirección de la institución.

«Cada clasificación es como sembrar la semilla de la responsabilidad ambiental. Queremos cultivar espacios limpios y conciencias ecológicas, nutriendo un ambiente propicio para el florecimiento del reciclaje», enfatizó Víctor Zambrano Cedeño, Mg, director de Departamento de Bienestar Universitario
Los conserjes, como jardineros incansables, desempeñan un papel vital en esta tarea. Uno de ellos compartió su experiencia: «Los tachos de basura marcados han guiado a los estudiantes en este viaje de clasificación. Cada deseo es una oportunidad para contribuir al cuidado de nuestro entorno», resaltó José Luis Moreira conserje encargado de la limpieza, del sector de vicerrectorado, sin embargo, también señala que estos tachos deben estar ubicados en toda la universidad y no solo en unas cuantas partes.
En el campus, los tachos de basura coloreados, que indican el tipo de residuo que deben contener, sirven como flores vivas en este jardín sostenible. Estudiantes como polinizadores responsables depositan conscientemente sus desechos, contribuyendo a la polinización cruzada del reciclaje.
Los pasillos, antes abrumados por una mezcla homogénea de residuos, ahora dan paso a un arcoíris de oportunidades para el reciclaje. El impacto de esta clasificación se extiende más allá de los confines de la universidad, influenciando a quienes participan y observan esta iniciativa verde.
En este jardín ecológico de clasificación de basura, cada esfuerzo es como una semilla que cae en tierra fértil. La dirección, los estudiantes y los consejeros trabajan juntos para crear un paisaje sostenible, donde las flores del reciclaje florecen y el medio ambiente se viste con colores de cambio positivo.
Proyecto de clasificación de basura
Un plan de clasificación de basura propuesto por la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí puede ayudar de varias maneras a la ciudad de Manta y traer beneficios ambientales significativos para la comunidad.
En primer lugar, el plan fomentaría la conciencia y la educación sobre la importancia de la clasificación adecuada de los residuos. Esto permitiría a la comunidad universitaria comprender la necesidad de separar los diferentes tipos de basura, como el plástico, el papel y el vidrio, para su posterior reciclaje o tratamiento adecuado. Al educar a la comunidad sobre las mejores prácticas de clasificación de residuos, se reduciría la cantidad de basura que termina en los vertederos y se promovería el reciclaje, lo que a su vez disminuiría la huella ambiental de la ciudad.
En segundo lugar, el plan de clasificación de basura ayudaría a mejorar la eficiencia del proceso de gestión de residuos en la ciudad de Manta. Al tener una clasificación adecuada de los residuos en origen, se facilitará su recogida y tratamiento posterior. Esto permitiría un manejo más eficiente de los residuos, reduciendo los costos asociados y minimizando el impacto ambiental negativo. Además, al separar los residuos de manera adecuada, se podrían identificar oportunidades de reciclaje y reutilización, lo que contribuiría a la economía circular y al desarrollo sostenible de la ciudad.

“La universidad debería implementar un proyecto, para la clasificación de basura, pero no solo quedarse dentro de la universidad, porque de nada vale, clasificar dentro de ella, si a la hora de botar a los carros de basura, todos los desechos van al mismo lugar, entonces si se quiere ver un verdadero resultado, este plan debe ser en conjunto con las autoridades de la ciudad”, enfatizó Erick Mero, docente de la Carrera de Educación Básica.
Por último, el plan de clasificación de basura propuesto por la universidad podría servir como un ejemplo y una fuente de inspiración para otras comunidades. Si la implementación del plan es exitosa y se logran mejoras significativas en la gestión de residuos y la reducción de la basura, otras ciudades podrían adoptar medidas similares. Esto crearía un efecto multiplicador que se extendería más allá de la ciudad en la que se implementó el plan, generando un impacto positivo en el medio ambiente a nivel regional o incluso nacional. Además, al promover la educación y la conciencia sobre la clasificación de basura, el plan podría inspirar a individuos y organizaciones a tomar medidas similares en sus propias comunidades, lo que contribuiría a un cambio más amplio hacia prácticas sostenibles de gestión de residuos.
Inconvenientes en la clasificación de la basura

La clasificación de basura en la ULEAM tiene dificultades relacionadas con la falta de conciencia y compromiso, limitaciones de recursos y presupuesto, y desafíos en la gestión y mantenimiento de los residuos clasificados. Sin embargo, con el compromiso adecuado de la comunidad universitaria y una planificación cuidadosa, estas dificultades pueden superarse y el proyecto puede tener un impacto positivo en la reducción de la huella ambiental de la universidad.
“La universidad debería tomar el modelo de las universidades de Alemania, o por lo menos tratar de imitarlas, y ese modelo lo que propone es que el estudiante que coloque la basura en su tacho que corresponde es premiado con cupones en una cafetería, acá al imitarlo se le daría cupones para la comida en los comedores estudiantil, esto seria un incentivo y se combatiría la no cultura de clasificación de la basura que existe dentro de la universidad”, acotó Mero de una manera enfática.
“No tenemos esa cultura de clasificar la basura en su lugar, creo que a pesar de que existan los tachos de basuras de colores, nosotros como comunidad universitaria, no seguimos estas indicaciones”, recalcó Génesis Pacheco estudiante de la carrera de Ciencias de la Educación.
Clasificación en el área de la salud de la ULEAM
En las carreras que componen el área de la salud, las que son Medicina, Laboratorio Clínico, Enfermería y Odontología, la clasificación de residuos se erige como el diagnóstico esencial para el bienestar ambiental. Cada diseño, e un síntoma revelador, y cuenta la historia de las prácticas y decisiones diarias. La segregación meticulosa se asemeja a la interpretación cuidadosa de resultados de pruebas, donde cada componente clasificado es un marcador crucial para el estado de salud de nuestro entorno. Al igual que los médicos disciernen entre señales vitales y anomalías, la clasificación de residuos en estas estas carreras se convierte en la receta necesaria para mantener la salud ambiental en óptimas condiciones.
- l. La clasificación de residuos no solo es un acto de higiene, sino una cirugía necesaria para extirpar la contaminación y preservar la vitalidad de nuestro ecosistema. Así como en la medicina se aboga por la prevención, la clasificación de residuos en estas carreras se presenta como la profilaxis esencial para garantizar que nuestro laboratorio terrestre se mantenga en un estado de salud ambiental robusta y duradera.
“En la carrera de enfermería, antes hacer prácticas en los laboratorios, les enseñan a los estudiantes donde deben ir los instrumentos desechables y en que envase deben ir los residuos de las diferentes prácticas, de esta manera podemos evitar cualquier tipo de patología y la reproducción de los microorganismos”, resaltó Angela Pico docente de Fisiopatología en la carrera de Enfermería, mientras acentuaba con su cabeza.
Por otro lado, en voz de los estudiantes se brinda otra perspectiva u opinión en cuanto a la forma de clasificar desechos infecciosos como, jeringas, guantes y otros tipos de utensilios dentro del área de la salud. “Estoy en quinto semestre de enfermería y en los laboratorios no hay una debida clasificación de los residuos e incluso con los cortos punzantes un día en una práctica nosotros separamos estos instrumentos que contenían sangre, y esto es muy peligroso ya que al contener sangre, puede infectar a otra personas, por eso creo que es importante hacer énfasis tener una buena clasificación de residuos y más en una carrera como la nuestra”, describió Madelein Murillo estudiante de la carrera de Enfermería.
Contribución a la vida marítima que tiene la clasificación de la basura
La clasificación adecuada de la basura desempeña un papel crucial en la preservación de la vida marítima, contribuyendo de manera significativa a la salud y equilibrio de los ecosistemas acuáticos. En primer lugar, la gestión responsable de los desechos contribuye directamente a la reducción de la contaminación en los océanos. La separación y disposición adecuada de los residuos evitan que materiales tóxicos y plásticos lleguen a los cuerpos de agua, protegiendo así a las especies marinas de los impactos adversos de la polución.
Además, la clasificación de residuos facilita la implementación de programas de reciclaje y reutilización, reduciendo la cantidad de desechos que terminan en el océano. La transformación de residuos plásticos en materiales reutilizables disminuye la demanda de recursos naturales y, al mismo tiempo, limita la liberación de sustancias perjudiciales para la vida marina. Este enfoque sostenible contribuye a mantener la diversidad biológica y el equilibrio de los ecosistemas marinos, aliviando la presión sobre las especies que dependen de un entorno saludable y libre de contaminantes.
En última instancia, la clasificación de basura fomenta una conciencia ambiental más amplia, educando a la sociedad sobre la importancia de preservar los océanos y sus habitantes. A medida que se promueve la responsabilidad individual y colectiva en la gestión de residuos, se establece un compromiso duradero con la protección de la vida marítima. La clasificación de basura, por lo tanto, se convierte en una herramienta esencial para salvar los océanos y garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras.
“Creo que es fundamental que desde nuestra universidad podamos clasificar la basura, la comunidad universitaria no es consciente del impacto ambiental que puede llegar a tener una buena clasificación de los desechos y que le ayudaría la preservación de la vida marítima y limpieza del mar”, puntualizó Patricio Méndez, Biólogo y docente de la carrera de Ingeniería Ambiental.
Por ello, la iniciativa de clasificación de basura en la Universidad Laica Eloy Alfaro representa un paso significativo hacia la sostenibilidad ambiental, pero revela también la necesidad de una mayor concientización y participación de toda la comunidad universitaria. Aunque algunos espacios han implementado eficientemente sistemas de clasificación, es imperativo extender esta práctica a todos los rincones de la universidad. La cultura de la clasificación de residuos debe arraigarse en la mentalidad de estudiantes, profesores y personal administrativo para garantizar una adopción generalizada.
Además, es crucial que las autoridades universitarias no solo se limiten a clasificar los residuos dentro de los confines de la institución, sino que también asuman la responsabilidad de rastrear y supervisar los desechos que salen hacia los basureros de la ciudad. Este seguimiento no solo fortalecerá el compromiso ambiental de la universidad, sino que también contribuirá a la reducción del impacto negativo en el entorno urbano. La gestión integral de residuos debe ser un proceso holístico, desde su origen en la universidad hasta su destino final en los vertederos de la ciudad.
En última instancia, la Universidad Laica Eloy Alfaro tiene la oportunidad de liderar un cambio significativo en la gestión de residuos, no solo como una obligación ambiental, sino como un compromiso educativo y social. Al cultivar una cultura de clasificación y seguimiento riguroso, la universidad puede convertirse en un modelo a seguir, inspirando a otras instituciones y contribuyendo al bienestar del entorno local y global. La clasificación de la basura, cuando se aborda de manera integral, se convierte en un testimonio vivo del compromiso de la comunidad universitaria con un futuro más sostenible.