Por Maria Carmen Lopez y Shantal Espinel.
En los últimos años, los dispositivos de vapeo han ganado aceptación como una opción aparentemente más segura en comparación con los cigarrillos convencionales. No obstante, el uso de dispositivos electrónicos de vapeo causan alergias y asma.
Para el Dr. Alex Almeida, médico internista del Hospital Metropolitano de Quito, aunque los efectos nocivos del vapeo no están evidenciados científicamente en las afectaciones de la salud, sí se han evidenciado casos en donde se producen alergias y asma causado por la contaminación de los pulmones.
De acuerdo con el Dr. Rodrigo Castrillón, otorrinolaringólogo, los cigarrillos electrónicos incluyen componentes perjudiciales como la nicotina, el diacetilo (vinculado a enfermedades pulmonares), el benceno (presente en los gases de escape de los automóviles), el níquel, el estaño y el plomo. Además, el vapeo puede causar irritación pulmonar, agravar alergias existentes y desencadenar síntomas de asma.
Los Centros de Control de Enfermedades aconsejan no utilizar ningún producto de cigarrillo electrónico porque es posible que se desarrolle vape lung. Las personas que usan regularmente cigarrillos electrónicos deben estar atentas a los síntomas de la enfermedad.
Además, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos en el 2019 activaron una investigación de emergencia sobre los cigarrillos electrónicos, debido a un reporte de 2.668 casos relacionados en distintos estados y 60 muertes confirmadas, en donde el 82% de los pacientes utilizó algún producto que contenía THC y el 57% consumieron productos que tenían nicotina.
Más efectos
Los cigarrillos electrónicos afectan a una sustancia que interviene en la respuesta del sistema inmunitario y en las reacciones alérgicas. Esto significa que existe la posibilidad de que enfermedades como el asma, la rinitis y la fiebre del heno empeoren en aquellos que vapean, según una investigación de la revista médica Clinical and Translational Allergy.
Según el Dr. Alex Almeida se ha planteado la probabilidad de que los consumidores desarrollen una dependencia tanto emocional como psicológica al hacer uso de estos dispositivos electrónicos; a pesar de que muchos de ellos se comercializan como libres de nicotina, quienes lo consumen han llegado a experimentar cierta dependencia psicológica, lo que causa un crecimiento en cuanto al riesgo de recaída en el consumo de sustancias similares.

Almeida menciona que respecto a la información que existe sobre efectos que los componentes químicos de los vapes causan en el cuerpo de las personas, aún no hay nada claro ni conciso. Lo que sí se ha reportado, son casos de personas siendo alérgicas a ciertos componentes que estos dispositivos tienen; aun así, no hay evidencia concluyente que asegure que los consumidores de este producto presenten problemas de salud evidentes, como por ejemplo cáncer de pulmón, lo que es común en quienes consumen tabaco regularmente.
Carlos Rábade, neumólogo y coordinador del área de tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), sentencia que no hay estudios que afirmen que los cigarrillos electrónicos tengan más tóxicos que los convencionales, pero que tengan menos cantidad no significa que provoquen menos daño.
Entre los componentes detectados en el líquido para los cigarrillos electrónicos existen dos (metilciclopentano y alfa ionona) que «pueden causar alergia o síntomas de asma o dificultades para respirar si se inhalan», según uno de los estudios, realizado por Constantine Vardavas, de la Universidad de Creta.
Tabaco vs vapes
El Dr. Alex comenta que existen varias diferencias en cuanto a los cigarrillos tradicionales y los electrónicos, una de ellas es que estos primeros contienen sustancias cancerígenas, como lo son el alquitrán, lo cual causa cáncer; por otro lado, los cigarrillos electrónicos no producen manchas en los dedos ni tampoco el olor distintivo que sí causan los cigarrillos tradicionales, lo que se considera como una diferencia mínima.
Se debe tener en cuenta que, aunque se mencione que el uso de los vapes puede ser una herramienta que sea eficaz al momento de dejar de fumar cigarrillos tradicionales por su uso sin nicotina; sin embargo, se debe abandonar completamente el consumo y no reemplazarlo ya que esto puede llevar a una mayor dependencia.
Ante esta situación, Almeida recomienda a las personas que deseen dejar de consumir estos dispositivos buscar ayuda médica y tener fuerza de voluntad. Considerando que se debe cuestionar si el uso de este aparato llega a brindar algún beneficio real, una sensación de placer o simplemente un bienestar temporal.
La comercialización
Un comerciante, a quien llamaremos Juan, ofrece estos productos en la ciudad de Manta y compartió información importante acerca de este mercado en crecimiento y los puntos clave que envuelven su uso.

Reveló que su principal motivo para emprender en este negocio es ganar dinero y también tratar de brindar ayuda a quienes tengan una tendencia a consumir regularmente cigarrillos tradicionales, sustituyéndolos por el producto que él ofrece; ya que, según el distribuidor los vapes ofrecen una serie de beneficios en el ámbito de la salud en comparación de otros productos que se puedan consumir como método para dejar el tabaco. Además, estos pueden llegar a ser una ventaja social al no generar el olor característico de un cigarrillo tradicional.
Rango de edad de los consumidores

Según una encuesta realizada a 22 ciudadanos mantenses a través de Google Forms, se pudo obtener que los mayores compradores de estos productos electrónicos son personas con un rango de edad entre los 18 a 24 años. Sin embargo, el rango de edad de los clientes del vendedor Juan, está entre los 16 y 54 años.
Esto se debe principalmente a que los precios de estos objetos oscilan entre $15 y $25. Generando que la frecuencia de compra sea de alrededor de dos vapes mensuales.
Tiempo y preferencias
Ellen Boakye, miembro de la investigación del Centro Ciccarone para la Prevención de Enfermedades Cardiovasculares de Johns Hopkins, señaló que el aumento del consumo diario de cigarrillos electrónicos es una preocupación, ya que podría representar una transición del consumo ocasional o experimental de cigarrillos electrónicos a una mayor dependencia de la nicotina, la adicción asociada y un mayor riesgo para la salud.
El 50% de los encuestados han usado cigarrillos electrónicos en un período de tiempo menor a 6 meses, mientras que el 31.8% lo lleva usando entre 1 a 2 años.
El vapeo expone los pulmones a una variedad de productos químicos. Estos pueden incluir los principales productos químicos activos en el tabaco (nicotina) o marihuana (THC), saborizantes y otros ingredientes que se agregan a los líquidos de vapeo. Además, se pueden producir otros productos químicos durante el proceso de vapeo. «Si el líquido contiene nicotina, el usuario está inhalando nicotina junto con los otros ingredientes en el líquido», explica el Dr. Thomas Eissenberg, experto en investigación del tabaco en la Universidad de la Mancomunidad de Virginia.
El 40.9% de los encuestados, prefieren los vapes con líquidos que contengan nicotina; el 36.4% opta por líquidos sin nicotina y el 22.7% selecciona cualquiera de las dos opciones que el mercado les ofrece.
Efectos secundarios en consumidores
El 13.6% de las personas encuestadas, afirman haber experimentado efectos secundarios de consumir regularmente estos dispositivos electrónicos.
Siendo así, que algunos de estos efectos han sido la falta de aire y la alteración del sueño; seguido por cambios en la voz, ya sea su tonalidad o ronques; y así mismo, el consumo de estos cigarrillos electrónicos ha causado en sus consumidores dolor de cabeza, mareos y náuseas .
Motivo de uso
Según las encuestas, las principales razones por las cuales los ciudadanos mantenses utilizan este tipo de productos son: porque los ayuda a relajarse y porque les agrada el sabor de las esencias de los cigarrillos electrónicos y por la experiencia que estos les ofrecen.
Cabe destacar que un 50% de estos encuestados ha intentado alguna vez dejar de consumir estos aparatos, considerando los efectos secundarios negativos que han presentado a causa de los mismos.
Regulación
Según la OMS, los Gobiernos deberían restringir la publicidad, la promoción y el patrocinio de estos productos para proteger a los jóvenes, otros grupos vulnerables y los no fumadores. El uso esos productos en lugares públicos y de trabajo cerrados debe estar prohibido, dados los riesgos para la salud que representan para los no usuarios.
A su vez, Almeida puntualiza que en Ecuador no existen instituciones que brinden sus servicios de ayuda para las personas que buscan abandonar el uso de los vapes, teniendo en cuenta que existe el apoyo a las personas alcohólicas y dependientes a drogas. Sin embargo, es importante que los profesionales de la salud empiecen a abordar esta problemática y en las consultas médicas pregunten a sus pacientes sobre el uso de los vapes para así ellos puedan ofrecer el apoyo adecuado.
Además, “la regulación y control de los productos de vapeo se debe aplicar”, aseguró. También recalca que el libre acceso causa que los jóvenes tengan mayor facilidad a obtener estos dispositivos.

Juan, comerciante de estos productos, reconoce que el consumo excesivo de los vapes puede generar riesgos en la salud, por lo cual destaca la importancia de su uso moderado e incluso se deberían tener regulaciones más estrictas respecto al acceso de compra.
Mientras que el 59.1% de quienes consumen este producto en Manta, consideran que deberían estar disponibles sólo para un público mayor de edad, al igual que el 22.7% tienen una versión distinta en donde mencionan que sería conveniente que existan ciertas restricciones en cuanto al acceso de estos.
Pese a la información que existe actualmente sobre el uso de los cigarrillos electrónicos, la ciudadanía no le da la debida importancia a la misma; lo que lleva a decir que esto es una moda que se ha vuelto epidemia en la sociedad. Se debe concientizar y continuar investigando las implicaciones para la salud que tienen estos dispositivos de vapeo, y así educar a quienes son parte de este desafío social.