Por: Carolina Molina/ Nayeli Calvache
En el complejo mundo del alcoholismo y la drogadicción, la entrada es sutil y la salida, difícil.
Los familiares de las personas que ingresan a un centro de rehabilitación, se ven atrapadas en una red de preocupación, ambiente conflictivo, coadicción, relaciones toxicas, falta de comunicación, incumplimiento de promesas, crisis de ansiedad o depresión.
En Manta hay al menos 10 clínicas de rehabilitación de alcoholismo y drogadicción. Estas clínicas ofrecen desintoxicación, terapia, educación y apoyo comunitario.
Las adicciones pueden tener un impacto devastador en la vida de las personas, tanto a nivel individual como familiar. La adicción puede ser una experiencia devastadora para las personas que la padecen. Es como una tormenta que arrasa con todo a su paso, dejando destrucción y caos a su alrededor. Las familias de las personas que luchan contra la adicción también pueden sufrir, ya que se ven afectadas por el comportamiento de su familiar.
En este universo de decisiones cruciales, la selección de un centro de rehabilitación se asemeja al delicado arte de elegir constelaciones en el vasto cielo de las posibilidades. Al mirar más allá de la superficie aparente, nos damos cuenta de que no es simplemente una elección importante, sino un acto trascendental que demanda la comprensión profunda de las necesidades individuales, como si fueran constelaciones únicas que guían a una persona en su viaje de recuperación.
Existe una preocupación real que en la sociedad sobre los centros de rehabilitación. Muchas personas tienen miedo de ingresar a un familiar a una clínica de rehabilitación porque creen que van a ser maltratado o que no recibirán los cuidados necesarios.
Estas preocupaciones están justificadas en parte. Desafortunadamente, hay algunos centros de rehabilitación que son poco éticos y que tratan a sus pacientes de manera abusiva. Estos centros pueden ser peligrosos para los pacientes y pueden empeorar su condición.
Sin embargo, es importante recordar que no todos los centros de rehabilitación son iguales. Hay muchos centros que brindan un tratamiento de calidad y que están comprometidos con el bienestar de sus pacientes.
La clínica “CENTRADO”, de la ciudad de Manta, es un centro de salud que no solo ofrece sus servicios, sino que también aborda las causas subyacentes de la adicción, además de los síntomas, tratando de ayudar a quienes encuentran en las calles un mundo que creen fácil, pero que en realidad está lleno de sufrimientos, este aparente edén es en realidad un laberinto de penurias
Al entrar al centro de rehabilitación un mundo diferente fuera de la realidad se acerca. Los jóvenes caminan en medio de la sala de comida, los cuartos no pasaban más de 4 a 6 camas manteniendo su orden, como pájaros en su nido su refugio se volvía el pequeño gimnasio que se sitúa en la terraza.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la adicción como una enfermedad crónica del cerebro que afecta el autocontrol y la toma de decisiones. La adicción se caracteriza por una dependencia física y psicológica a una sustancia o actividad.
Es importante que el paciente acepte que el consumo de alcohol y drogas es una enfermedad para así poder abrir la puerta de la comprensión hacia un camino de recuperación. Es por eso que el consumo de drogas puede tener un impacto devastador en la salud, tanto física como mental. Puede causar daño cerebral, problemas de salud mental, enfermedades crónicas, problemas de salud reproductiva y problemas sociales. En algunos casos, incluso puede conducir a la muerte prematura.

“Es esencial contar con un equipo de profesionales especializados en este ámbito que nos ayuden a gestionar la situación y nos orienten en el proceso, con la finalidad de romper la negación y
que esa persona acepte la ayuda”, aclaró Franklin Barberan, psicólogo clínico y responsable técnico de la clínica Centrado.
El tratamiento para la adicción se basa en una evaluación psicológica, práctica médica y un trabajo integral. Es importante tener en cuenta que la parte fisiológica se ve muy afectada por el consumo de drogas. El alcohol y las drogas se convierten en aliados engañosos que, aunque prometen momentánea liberación, terminan tejiendo una red de esclavitud, las personas que abusan del alcohol y las drogas dependen de ellas, y su cuerpo va teniendo una intoxicación a nivel orgánico que poco a poco va deteriorando ciertas funciones normales, tanto conductuales como fisiológicas. Por ello, es necesario un trabajo integral que aborde todos los aspectos de la adicción, incluyendo la evaluación psicológica, la práctica médica y el apoyo social.
En particular, la evaluación psicológica ayuda a identificar los factores que contribuyen a la adicción, como los problemas de salud mental, los traumas del pasado o los problemas de relaciones interpersonales.
“La práctica médica ayuda a tratar los problemas físicos causados por el consumo de drogas, como las enfermedades crónicas o los trastornos mentales, el apoyo social, ayuda a la persona a desarrollar habilidades para afrontar la adicción y la vida en general”, aseguró Barberan.
El tratamiento integral para la adicción también debe abordar la alimentación. Las personas que luchan contra la adicción a menudo tienen problemas con la alimentación, ya sea por la adicción en sí o por los efectos secundarios del tratamiento. Por ello, es importante que el tratamiento incluya un plan de alimentación personalizado que ayude a la persona a mantener una dieta saludable.
También añadió que muchas veces, recurrir a la figura del intervencionista familiar, se convierte en un arquitecto de puentes, erigiendo conexiones vitales entre el paciente y el camino hacia la recuperación, pero en algunos casos cuando el familiar, interfiere y provoca que altere el tratamiento y se empiece otra vez a la fase de aceptación.
Llevando a que ellos tengan un colapso y también tengan que participar en terapias, porque el consumidor pasa por ciertas etapas de aceptación; comenzando por reconocer que tienen una enfermedad, aunque el familiar sepa los problemas que lleva, ellos tienen una, pero es como un fantasma no se dan cuentan, hasta que se enfrentan en el camino de la liberación.
Hay que tener en cuenta que las recaídas son partes del proceso, porque las clínicas ofrecen un tratamiento residencial donde existe un procedimiento, pero cuando sale el paciente existen otros, el cual debe seguir haciéndose atender, porque los dos ambientes son totalmente distintos.
En esto la segunda fase juega un papel importante dentro de la rehabilitación, cuando el paciente empieza su segunda fase el procedimiento se asemeja a adentrarse en un túnel sinuoso, donde las sombras del pasado y las dinámicas se despliegan ante ellos de manera cruda y reveladora, porque deben enfrentarse a sus familiares
La duración típica del tratamiento es de seis meses a un año, pero puede ser más o menos tiempo, depende del tratamiento que necesite. Durante su tiempo en el centro de rehabilitación, los consumidores pueden participar en una variedad de actividades.
José Chávez un joven de 30 años, residente de la ciudad de Loja, relata su historia, en ella puntualiza que empezó

consumiendo marihuana, y a medida del gran tiempo que consumía esta se volvió aburrida y bajó el efecto, es ahí donde le dio un giro a su vida empezando a alcoholizarse y consumiendo cocaína.
El antes de introducirse al mundo del consumo era un estudiante de tecnología en sistemas, en el transcurso de carrera estudiaba y trabajaba, “no me gusta cocinar y decidí estudiar gastronomía, ya que cuando mis padres se separaron yo veía como mi mamá cocinaba, ella se iba a trabajar y me tocaba cocinar, entonces ahí empezó el amor por la cocina “, describió Chávez mientras movía sus manos.
El joven aclaró que pasó por dos clínicas diferentes, de las cuales se escapaba, ahí fue cuando tomaron la decisión de trasladarlo a Manta. Esta fue una luz para su cuarto lleno de oscuridad, en los primeros meses pensaba en escaparse, al ver que no podía, decidió voluntariamente dejarse ayudar, y ahora solo le falta tres meses y termina su tratamiento, ahora es guardia y chef de medio tiempo cuando no hay quien cocine en la clínica.
La terapia es importante para los familiares de personas en rehabilitación por varias razones. En primer lugar, la terapia puede ayudar a comprender la adicción como una enfermedad y a aprender sobre los factores que contribuyen a ella. Esto puede ayudar a los familiares a sentirse menos culpables o responsables de la adicción de su pariente, se expresa como abrir una ventana a la claridad, donde la responsabilidad se comparte equitativamente con los elementos externos que contribuyen a la adicción.
En segundo lugar, la terapia puede ayudar a los familiares a manejar las emociones difíciles que pueden experimentar como resultado de la adicción de su familiar. La adicción puede ser una experiencia muy estresante para los familiares, y la terapia puede proporcionarles un espacio seguro para expresar sus emociones y aprender a manejarlas de manera saludable.
En tercer lugar, puede ayudar a los familiares a establecer límites saludables con su pariente, a menudo los familiares pueden sentirse obligados a ayudar a su familiar, incluso cuando eso no es lo mejor para ellos. La terapia ayuda a los familiares a aprender, establecer límites saludables y a cuidar de sí mismos.
Maikol Zambrano, es un consumidor activo, él describió que su consumo mensual de alcohol se asemeja a una sinfonía triste que resuena como un refugio en medio de las sombras emocionales. Este acto, como una sombrilla desplegada en la tormenta, ofrece un breve respiro a sus males. Sin embargo, Maikol es consciente de que esta acción, aunque momentáneamente reconfortante, puede desencadenar remolinos peligrosos. Su relación con el alcohol es como un delicado equilibrio en una cuerda floja.

“Vivo en la calle desde los 16 años, mi madre murió y mi padre era un alcohólico, desde ese instante he sido solo yo”, afirmó Klever Iván Cedeño sentado en el centro de comida de la clínica.
El director William Mejía, describió que a pesar de que su vida no ha sido fácil, siempre ha tratado de ayudar de quienes más lo necesitan. En este caso fue el señor Cedeño, quien pasaba los días en las veredas, la oscuridad y el frio eran los acompañantes para aquel hombre.
Ofreciendo salir de ese mundo lleno de tiniebla, el director le ofreció ayuda sacándolo de ese lugar que solo le traía piedras en su camino.
En Manta, el Ministerio de Salud Pública (MSP) ha implementado un programa de colaboración entre los centros de salud y los centros de rehabilitación. Este programa tiene como objetivo garantizar que los pacientes de rehabilitación tengan acceso a la atención médica y los servicios de apoyo que necesitan para recuperarse.
El MSP proporciona capacitación al personal de los centros de salud sobre cómo brindar atención médica a los pacientes de rehabilitación. También proporciona fondos para ayudar a los centros de rehabilitación brindar servicios de apoyo, como asesoramiento, vivienda y empleo.
“Solos le dan su aprobación y es todo, no les brindan su ayuda”, afirmó Barberan, lo que les lleva asociarse con campañas. El espiritismo influye en la mitad de proceso del tratamiento, tanto para el paciente como para el familiar.

“Yo decidí voluntariamente hacerme atender, era alguien con dinero y me trasladé a Manta, como alguien que tenía buen ingreso me traslade al centro de rehabilitación y ayudaba, supuestamente curado entraba y salía, cuando menos lo esperaba tenía tres cervezas en mis manos”, describió Jaime Negrete psicólogo y ex consumidor.
Añadió que después de una témpora de entrar y salir del centro de rehabilitación, se dieron cuentan que no había mejorado, pero como daba dinero para el centro, no le dijeron nada.
Él decidió tener una confrontación con el padre de la capilla que se asociaba con el centro de rehabilitación. Después de eso le dio un giro a su vida, haciendo lo que él no hacía.
Se realizó una encuesta a 40 pacientes de “CENTRADOS”, que se encontraban ingresados y otros que ya estaban en pocos días de salir de su tratamiento. La población estaba compuesta por pacientes de sexo masculino y de diferentes edades, con diversas patologías que requerían rehabilitación.
De los 40 pacientes encuestados, 35 (88%) admitieron que sí se encontraban en la clínica por voluntad propia, mientras que 5 (13%) respondieron que no.
Los resultados de la encuesta muestran que la mayoría de los pacientes encuestados se encuentran en la clínica de rehabilitación por voluntad propia. Esto es un indicador de que los pacientes están motivados a participar en el proceso de rehabilitación y a mejorar su salud, es como el resplandor de una luz que indica la presencia de una chispa interna, una voluntad genuina de buscar la mejora y abrazar la transformación.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el 13% de los pacientes encuestados no se encuentran en la clínica por voluntad propia.
Por otra parte, Los resultados de la encuesta muestran que la causa más común de la adicción es la curiosidad (38%). Esto sugiere que las personas pueden comenzar a consumir drogas por una variedad de razones,
Los resultados de la encuesta muestran que la familia es la principal influencia en el ingreso a un centro de rehabilitación. Esto sugiere que los familiares desempeñan un papel importante en el apoyo a las personas con adicciones y en la promoción de la recuperación.
Los amigos también pueden desempeñar un papel importante en el apoyo a las personas con adicciones. Este apoyo no solo es un salvavidas emocional, sino también un recordatorio tangible de que no están solos en su lucha. La presencia constante de amigos, que actúan como guardianes de la esperanza, crea un entorno propicio para el cambio positivo.
Los resultados de la encuesta también sugieren que la adicción es un problema complejo que tiene múltiples causas. Es importante que los profesionales de la salud y los responsables de la formulación de políticas tengan en cuenta estos factores a la hora de abordar el problema de la adicción en Ecuador.
La adicción es una enfermedad que afecta a toda la familia, no solo a la persona adicta. Los familiares pueden experimentar una gran variedad de emociones, como tristeza, ansiedad, enojo, culpa y frustración. La terapia puede ayudar a los familiares a lidiar con estas emociones, a entender la adicción y a desarrollar estrategias para apoyar a su familiar en su recuperación.
Franklin Barberan, psicólogo clínico, ratificó que, si tienen un familiar que está consumiendo y va ser ingresado a un tratamiento de rehabilitación, el familiar busque apoyo psicológico, ingrese a terapia al mismo instante que ingresa su familiar a rehabilitación.
Y recomienda que es importante tener en cuenta que la necesidad de terapia para familiares de adictos puede variar en función de cada caso. Algunos familiares pueden manejar por sí mismos las complejas emociones y desafíos asociados con la adicción puede compararse con caminar por un sendero escarpado sin la ayuda de un profesional. Aunque algunos puedan sentirse capaces de abordar estos desafíos por sí mismos, el terreno es impredecible y a menudo requiere orientación especializada.