Por Deivis Sabando
En la animada avenida Flavio Reyes en Manta, un rayo de esperanza surge de la mano de Zoila Fernández. Con una valentía inquebrantable, esta emprendedora decidió abrir las puertas de su negocio a domicilio, “Placeres del Mar”, en un esfuerzo por recaudar fondos para su hijo, quien se vio envuelto en un accidente automovilístico, y enfrentar las consecuencias financieras se convirtió en una tarea abrumadora para la familia.
El negocio ha ganado reconocimiento gracias a platillos destacados como el meloso de camarón y el ceviche mixto.
“Agradezco mucho la ayuda de todos, no tienen idea de lo angustiada que me sentía, ahora sí puedo respirar tranquila”, aseveró Zoila Fernández, emprendedora, mientras revisaba el listado de los pedidos del día.
Estos manjares del océano no solo han conquistado mesas, sino que también han logrado unir a la comunidad en torno a la generosidad y el espíritu resiliente de Zoila, demostrando que la comida puede ser un puente hacia la solidaridad y la superación.
“Es una mujer tan valiente, yo la respeto demasiado porque no todo el mundo es así de valiente como ella, la admiro”, reveló Carlos Sánchez, arquitecto, mientras degustaba de un ceviche mixto.