Por David Reyes
La Ciudadela Ricardo Loor, ubicada en el cantón Jipijapa, se encuentra sumida en un desafío constante, la inseguridad y la falta de iluminación. Esta emblemática comunidad, cuyas historias son narradas por sus propios moradores, busca desesperadamente una solución a los problemas que la aquejan. A través de testimonios, han compartido sus experiencias, revelando la angustia y el deseo de vivir en un entorno seguro y bien iluminado.
María Fernández, moradora del sector describió esta situación como algo desesperante, así mismo destacó que la falta de iluminación en sus calles deja a merced a todos los moradores de los delincuentes, quienes aprovechan la oscuridad para cometer actos ilícitos.
La ausencia de una adecuada iluminación pública ha dejado a esta comunidad en una situación de riesgo constante, donde la delincuencia se aprovecha de la falta de visibilidad para cometer actos delictivos.
Los testimonios de robos y asaltos se multiplican entre los vecinos, generando un clima de tensión y preocupación. «Cada noche, al regresar del trabajo, camino por estas calles a oscuras con el corazón en la mano», compartió Luis Robles, otro residente de la ciudadela. «Es como si estuviéramos atrapados en un laberinto sin salida, sin poder escapar de la inseguridad que nos rodea», añadió con un rostro que denotaba tristeza y fatiga.
Ante esta situación, los vecinos han alzado su voz y han solicitado a las autoridades locales una pronta solución. Exigen la instalación de luminarias y una mayor presencia policial en la zona para disuadir a los delincuentes y devolver la tranquilidad a la comunidad.