Por: Katherin Zambrano
El terminal terrestre de Santo Domingo fue testigo de una masiva afluencia de pasajeros en busca de boletos para escapar de la rutina y disfrutar de un merecido descanso durante el feriado nacional que se extiende desde el 2 hasta el 5 de noviembre.
A medida que caía la noche, el terminal se llenó de una mezcla de emociones y energía. Parejas, grupos de amigos y familias se agolparon en las taquillas de boletos, creando largas filas que parecían no tener fin. La expectación era palpable, con pasajeros que ansiosamente consultaban los tableros de salidas y llegadas.
“Es normal apreciar el lugar así en un feriado largo, la preocupación de no encontrar transporte asusta a los viajeros, ocasionando intranquilidad”, aseveró Luisa Rodríguez, vendedora de boletos, mientras solicitaba datos personales de su cliente.
El Terminal de Santo Domingo continuará siendo un punto de encuentro para quienes tengan que hacer trasbordo. “Esperando aprovechar al máximo este período festivo con los familiares que se encuentran lejos”, puntualizó Jaime Ochoa, viajero, mientras cerraba su mochila.