Por: Priscila Andrade
En el barrio La Paz rondan gatos sin rumbo y que posiblemente están en busca de un caluroso nido, donde la familia Cantos se ha convertido en un faro de aguardo para los gatos sin hogar, en donde ser protectores con estos animales es una tarea llena de nobleza y compasión.
Ramona Cantos, amante a los gatos y fiel creyente del calor animal describió que, los gatos son merecedores del buen trato para lograr conectar con ellos.
“Tengo aproximadamente 7 años siendo mamá gatuna, lo interesante es que los seis gatos que llegan a mi casa solo lo hacen para dormir y alimentarse, no les he quitado la libertad de pasear por las calles del barrio. Ellos ya conocen la dirección de mi casa, aruñan la puerta y los hago entrar”, relató Cantos, apasionada por los gatos, mientras alimentaba a su gata protegida Princess.
Esta familia dedicada al mundo de los gatos descobijados, son el ejemplo del corazón protector por la responsabilidad compartida con los animales necesitados de abrigo y amor.
“Ser protector de los gatos que corretean por mi barrio se ha vuelto mi mejor habilidad, se los alimenta con leche, agua y comida para gato, como son las pepas y el puré nature para gatos”, añadió Diocle Cantos, ayudante en el cuidado de los gatos, mientras acariciaba la cabeza de Princess.