Autor: Jhosselyn Castro
En un día común y corriente, la atmósfera del lugar se tornó un tanto desagradable para los habitantes de la calle Manabí en el cantón Montecristi, un río mal oliente se apoderó de las fosas nasales de las personas del lugar. Una tubería de aguas residuales como una de las arterias vitales de la ciudad había colapsado provocando una pesadilla líquida.
“Al principio el olor que emanaba pasaba desapercibido y se podía notar un poco de humedad en el asfalto, pero nadie le tomó tanta importancia a estoy poco a poco el problema se volvía cada vez más desagradable”, describió Betty Mantuano, moradora del sector, en su rostro reflejaba el desagrado de este inconveniente.
Por otro lado, Fernando Holguín de cuarenta y dos años de edad, aseveró que las personas no pueden estar tranquilas por el olor nauseabundo que se ha estado presentado y que piden a las autoridades una solución inmediata para el problema que yace en la calle, algunas personas se han acercado al municipio hacer para hablar sobre este malestar, esperan un pronto respuesta.
Esta cañería había estado latente durante muchos años sin supervisiones o mantenimientos a este sistema por parte de las administraciones pasadas, cargando con los desechos de la ciudad en su interior. Pintando las calles con vastos de colores y olores desagradables.