Autor: Jhosselyn Castro
La tarde estaba cayendo para darle pase a la noche, muchas personas tenían prisa para llegar a sus casas y alistarse para presenciar un encuentro entre la selección ecuatoriana y boliviana. Ambos equipos se enfrentaban para buscar los tan anhelados tres puntos para subir en la tabla de posiciones, y darle la alegría a su país. “Estaría muy contento si Ecuador gana este partido, he estado esperando a que llegue jueves para poder verlos ya en la cancha”, confesó David Cárdenas, se encontraba viendo el encuentro en la calle juntos a sus amigos, vestido con la camisa de la selección.
La esperanza perduraba aun en los corazones del pueblo ecuatoriano, con el deseo de ver al equipo victorioso. Muchos estaban confiados que Ecuador ganaría los tres puntos, la fe y la manifestación de aquellos dio resultados, la aguerrida Tri ganó dos tanto por uno. Con la primera anotación hizo que los latidos se aceleran en las personas que estaban viendo el partido, el gol del empate boliviano dejó a un país con mal sabor de boca.
En los últimos minutos para finalizar el partido, volvió el alma al cuerpo a grandes y chicos, yacía la esperanza con el gol de Kevin Rodríguez, todos gritaban el este triunfo deseando que el árbitro diera el último pitazo para que terminara este encuentro en el que todos pudieran respirar y celebrar la victoria
Con una alegría que no le cabía en el pecho, Elías Cruz, admitió que hoy la selección deja una gran lección para todos, para saber que, si existen buenos jugadores y que no solo se dejen llevar por las críticas de los demás hacia estos chicos, si siguen unidos pueden llegar a clasificar al mundial.