Por Deivis Sabando
En la ciudad de Portoviejo, vía San Ana, emerge un rincón mágico, como un tesoro bien guardado que aguarda a ser descubierto. El Complejo Guiferza se revela como el lugar perfecto para pasar tardes deleitables en familia.
En este santuario de entretenimiento, las canchas de fútbol son el lienzo donde se pintan historias de pasión y competencia, mientras que la gastronomía manabita, como un festín de sabores, conquista los paladares de quienes la visitan.
“Este sitio es increíble, tiene de todo y ni hablar de sus estructuras, cuentan con toboganes y muchos juegos para los más pequeños, definitivamente mi sitio favorito”, aseveró Johanna Ibarra, médico pediatra, mientras degustaba de un seco de pollo.
A medida que el sol se desliza hacia el horizonte, el Complejo Guiferza, despliega su encanto en tonos dorados, transformándose en un escenario donde la magia cobra vida. La conexión con la esencia manabita y la alegría compartida se entrelazan, construyendo una experiencia única a quienes lo visitan.
“Es el lugar ideal para pasar un fin de semana en familia, siempre que tenga la oportunidad vendré a este encantador lugar”, estipuló Susana Gómez, Profesor de educación inicial, mientras revisaba las estadísticas de las ventas de su local.