Por: Samantha Loor
En la av.10 calle 5, se ha observado un aumento alarmante de residuos sólidos abandonados en las calles como un lienzo donde la contaminación de desechos actúa como una sombra persistente, oscureciendo la escena de la vida urbana.
Los desechos que van desde envases de plásticos, fundas, cartones, contribuyen a la degradación del entorno y representan un riesgo para la salud de la población. “Esta situación refleja una carencia de conciencia ambiental y responsabilidad individual. Como sociedad, necesitamos despertar y comprender que nuestras acciones cotidianas, como desechar basura de manera irresponsable, tienen un impacto directo en el medio ambiente y en la calidad de vida de todos nosotros”, aseveró Juan Carlos Mejía mientras tenía en una de sus manos un tacho.
Las autoridades, como directores desesperados, intentan coordinar un ensayo general para combatir esta contaminación. Las campañas de concientización y las sanciones se asemejan a líneas de guion desesperadas, tratando de restaurar el equilibrio en este drama callejero.
“Es alentador ver que las autoridades están tomando medidas, pero creo que la solución también yace en la educación y el fomento de una mentalidad más sostenible desde temprana edad”, puntualizó Yolanda Colamarco mientras se tomaba un vaso de agua. La contaminación de desechos en las calles se erige como una metáfora vívida de nuestra relación descuidada con el entorno, recordándonos que, para cambiar el rumbo de esta representación, necesitamos adoptar un nuevo guion de respeto ambiental y responsabilidad ciudadana.