Por: Angie Intriago
El pasado 12 de diciembre se desplego en las casas devotas, el día de veneración a la virgen de Guadalupe, día que resonó en los corazones de millones de fieles. En muchos hogares se vieron vestidos por el manto de la virgen, uniendo las almas en un abrazo colectivo por la fe.
Entre flores, velas y rosas blancas, así recibieron a la “morenita” como es llamada la virgen de cariño, la fragancia por la devoción envolvía a los acompañantes en casa e Albita Mendoza, quien lleva años iluminando su hogar con la tilma de la virgen.
“A mi morenita siempre le hago un pequeño compartir, invito a mis más allegados, le rezamos un rosario, le agradecemos por las bendiciones por la salud, ya que ella siempre nos protege con su luz celestial”, describió Mendoza, mientras prendía arreglaba los jarrones de las flores.
En medio de la celebración, no solo se celebra a la virgen como símbolo religioso, sino por ser un faro de amor y compasión que entre muchos devotos son el camino luminoso hacia la paz y solidaridad.
“Doblegar las rodillas es para valientes, cuando rezo a la virgen quien es interceptora con el señor, me siento con una fuerza de seguir, llevo años haciéndole tributo a la virgen no por interés si no como símbolo de agradecimiento, por todos los frutos de ha creado en mi vida”, concluyó Dagoberto Cedeño, mientras daba las gracias a la virgen por un año más de vida.