Por: Kerly Cevallos Pico
El olor criollo que se siente en el vaivén del aire es tan profundo que recorre hasta el último rincón de las fosas nasales y es que la tonga criolla es como una obra maestra culinaria manabita, que hace despertar los recuerdos ancestrales de las raíces de cada uno, es una delicia que atrae a los turistas para que saboreen en los diferentes restaurantes del cantón Santa Ana.
Fatima Mendoza, dueña de un comedor, una mujer alta, de contextura delgada y con ojos de color marrón narró que lleva años con su restaurante, le gusta ofrecer comida que traslada a vivir recuerdos de campo, su mejor aliado es el horno de leña que es como un guardián de tradición donde le da vida a los sabores más profundos.
“Siempre he cocinado en leña, el sabor es muy diferente al que están acostumbrados, eso es lo que hace la diferencia y las personas lleguen a buscar esa comida, la tonga de gallina criolla es lo más vendido los fines de semana y feriados, las pelean por comprar las tongas”, aseguró Mendoza cuando se encontraba en su negocio mientras encendía el horno.
Beatriz Moreira, turista, recalcó que sin duda la mejor comida es la que se cocina en leña, la tonga de gallina criolla será lo que siempre buscará, saborearla y sentir el sabor criollo la traslada a su tiempo de niña en el campo.
“La comida manabita hecha en leña siempre será lo más delicioso, venir aquí me relaja por la tranquilidad y la gastronomía, el precio es lo de menos, se debe reconocer que el precio siempre será más elevado porque es criollo”, aseveró Moreira cuando se encontraba sentada esperando de deseada tonga.