Por Anthony Alcivar
En la bulliciosa calle 12 de la ciudad de Manta, la casa de apuestas deportivas “Databet”, se ha convertido en un punto de encuentro para los jóvenes en busca de recursos para financiar sus estudios. Sin embargo, esta tendencia también ha generado preocupaciones sobre sus riesgos.
Juan Zapata, propietario de la casa de apuesta, manifiesta que, «me alegra ver a jóvenes que apuestan con el poco dinero que les queda, luchando por poder comer o pagar los servicios públicos en una ciudad que los acoge para que terminen sus estudios universitarios. Algunos logran generar recursos, pero otros caen en una espiral negativa», consideró Zapata mientras observaba su computador.
José Hurtado, joven apostador, menciona desde otra perspectiva los beneficios que ha obtenido, «apostar en línea me ha ayudado a generar recursos económicos para poder continuar mis estudios como foráneo. Es una oportunidad para obtener dinero extra, pero cuando uno pierde, la situación puede tornarse desesperada», manifestó.
Estas opiniones refleja el dilema que enfrentan los jóvenes que recurren a las apuestas en línea como una fuente de ingresos. Si bien algunos encuentran una vía para financiar sus sueños educativos, otros se ven atrapados en un ciclo de riesgos financieros.