Por: Kathiusca Moreira Macias
Con el ruido de la vida urbana, existe un grupo de individuos que a menudo pasa desapercibido, pero desempeña un papel crucial en la dinámica de la ciudad, los comerciantes ambulantes, como guerreros silenciosos recorren las calles en busca de un sustento diario. A menudo, su labor está llena de desafíos, pero su resiliencia es digna de admiración.
“Como obstáculos en el campo de batalla de la ciudad, deben sortear las dificultades que puede llegar desde el clima hasta las regulaciones gubernamentales que a veces les impiden operar”, señaló Ana Rodríguez, mientras compraba un corviche.
Estos guerreros urbanos a menudo trabajan largas horas, recorriendo calles y plazas en busca de clientes. Su lucha no es solo por la supervivencia, sino también por el sustento de sus familias.
“Mi lucha no es solo por la supervivencia, sino también por el sustento de familias. La venta de alimentos, artesanías o servicios en las calles de la ciudad es su forma de subsistir, y cada venta es una victoria”, relató María Gutiérrez trabajadora ambulante, preocupada por la situación de la delincuencia.
Su resiliencia y espíritu emprendedor son dignos de admiración. Si bien a menudo pasan desapercibidos, su contribución a la vida urbana es innegable.