Por, Jahiline Díaz Fernández
Para la ciudadanía, tener acceso a internet y una cuenta en una red social es mantenerse en un engranaje de información que acorta distancias y sobrepasa fronteras, “actualmente con la tecnología tenemos todo, nos comunicamos con personas que están aquí, con personas que tenemos en el exterior, ¡es magnífico!”, exclamó Carla Zambrano, una ciudadana que parece estar al día de los avances tecnológicos.
Con una sonrisa de oreja a oreja, Zambrano, asegura que a través de sus redes sociales e internet en general no se pierde nada de lo que pasa alrededor del mundo, “con un simple dispositivo me comunico con mi familia que está en Estados unidos, y no pierdo comunicación con ellos”, acotó la mujer mientras, sostenía el celular con su mano derecha.

La tecnología no conoce límites, no importa la edad, jóvenes y adultos la manejan con la misma facilidad que beber un vaso de agua. Fátima Solórzano es una de las usuarias número uno de las nuevas formas de informarse e interactuar, “yo he aprendido a manejar este celular y a usar las redes sociales, en eso me entretengo”, reveló la mujer de 60 años, mientras su rostro delata lo orgullosa que se siente de hacer de la tecnología su mejor aliada.
Los dispositivos móviles se vuelven cada vez más sofisticados, y la innovación parece seguir sedienta, ya que el mercado continúa surtiéndose sin frenos y la novedad mueve fronteras, “estos dispositivos han avanzado mucho, a mi me ha tocado ver varias generaciones de celulares, siempre están cambiando y mejorando, es algo que quizás nunca se detendrá”, resaltó Solórzano, mientras su celular servía de ejemplo visual cada vez que lo mencionaba.
Es evidente que las barreras comunicacionales han desaparecido para dar paso a una señal de esperanza y unión entre millones de personas en todo el mundo, estrechando lazos y transformando la forma en que nos comunicamos. Una innovación sin límites que ha llegado para quedarse, evolucionar y renacer constantemente, como el ave fénix.