Por Alisson Proaño
En el barrio la Proaño de la ciudad de Manta, se están llevando a cabo una serie de reparaciones en los alcantarillados, como un cirujano meticuloso que restaura cada fragmento de la ciudad. Las máquinas y trabajadores se convierten en expertos del subsuelo, suturando con precisión las heridas invisibles de la ciudad, devolviendo la salud a las arterias ocultas que drenan las aguas turbulentas de la vida urbana.
Cada zanja excavada y cada reparación ejecutada se convierten en versos que narran la historia de una ciudad decidida a afrontar los desafíos de su infraestructura, prometiendo un renacimiento que fluirá como un arroyo limpio en el corazón de Manta.
‘’ Me parece positiva esta gestión que beneficia por completo a la comunidad, me siento feliz y emocionado a la vez’’, aseveró Carlos Fuentes, emprendedor, mientras caminaba en la acera para retornar a su casa.
Era realmente lamentable esta situación, los olores eran insoportables, no se podía comer tranquilo y pasar por este sitio era todo un sacrilegio, sin duda alguna jamás lo olvidaré’’, lamentó Luisa Patiño, estudiante de artes escénicas, mientras degustaba unos snacks.