Por, Justin Michelle Cedeño
En el barrio de San Agustín, ubicado en la hermosa ciudad costera de Manta, un incidente reciente ha dejado a los residentes preocupados por su seguridad y la de sus seres queridos. María Alvia, una vecina de San Agustín, vivió una experiencia desagradable cuando sufrió un robo afuera de su propia casa mientras barría su portal. Este incidente ha arrojado luz sobre una creciente preocupación en la comunidad, donde los habitantes se sienten cada vez más inseguros en su propio entorno.
El incidente ocurrió en plena luz del día, mientras María realizaba una tarea cotidiana. Según su relato, un desconocido se acercó y le arrebató sus pertenencias antes de huir rápidamente de la escena. La noticia del robo se propagó rápidamente en el barrio, y los vecinos, incluido su esposo, Francisco Vera, quedaron conmocionados al enterarse de lo sucedido.
Francisco Vera, al llegar a su hogar y descubrir lo que había ocurrido, dejo en evidencia su indignación y preocupación. «Cómo podemos irnos a trabajar tranquilos si esto está sucediendo en nuestro propio barrio», afirmó. Su preocupación refleja el sentimiento generalizado entre los residentes de San Agustín, que han vivido durante mucho tiempo en un entorno pacífico y armonioso.
El robo a María Alvia ha suscitado la reflexión sobre la necesidad de reforzar la seguridad en el barrio y en la ciudad en su conjunto. Los residentes, junto con las autoridades locales, están buscando soluciones para garantizar un entorno más seguro en el que puedan vivir y trabajar sin temor.