Por: Juan Pincay
Renaciendo como un jardín de memorias, allí donde los sueños se quedaron estancados. Las ligeras lluvias que comienzan a asomarse en noviembre han deteriorado el acceso al cementerio.
Allí donde las tumbas son como páginas en blanco, que esperan ser llenadas, por historias que se plasmaron, más nunca concretaron.
Inmediatamente se hizo relleno que sirva para tener una buena circulación, “era importante porque se dificultaba mucho al entrar y los ciudadanos se quejaban”, aseveró Valeria Zambrano trabajadora pública en el área obra mientras daba ciertas indicaciones de la obra.
Charcos, lodos y murmullos de desagrado era el constante eco que retumbaba en la comunidad santanese por el acceso complejo que se vivía al entrar por el cementerio, “que bueno que rellenaron eso, porque esto no solo complica a los que desean entrar, si no que a los que comerciamos afuera, ya que la gente no viene”, enfatizó Lourdes Cedeño una vendedora de velas, con pronduda molestia que reflejaba en su rostro.
También es un llamado a las autoridades para darle un digno y correcto acceso al cementerio general, ya que es un espacio donde mu has personas se reúnen con sus familiares para recordar a esas personas que retomaron un viaje largo como ángeles celestiales.