Este evento, como un lienzo cultural, desplegó colores, sonidos y sabores que tejieron una experiencia única, fortaleciendo los lazos que nos unen a nuestras raíces. Bajo el cielo de Bolívar, el Festival Afro montuvio se erigió como un río de tradiciones, llevando consigo las esencias más auténticas de la cultura montuvia, los espectadores, como testigos privilegiados, fueron arrastrados por las corrientes de la danza, donde cada paso narraba historias ancestrales con la gracia de un poema que danza en el viento.
Adriana Manzaba, como la directora de esta sinfonía cultural, comparó el evento con un festín de colores y sonidos que celebran la riqueza de la cultura montuvia. «Cada detalle representa la identidad de Bolívar «, vociferó subrayando la importancia de preservar y compartir estas tradiciones.
Juan Fernando Macías, entre pasos y giros, describió el festival como un viaje en el tiempo. «Bailar aquí es como caminar por los senderos que nuestros ancestros recorrieron, es un puente entre generaciones», añadió destacando la conexión emocional que experimentó al participar en esta celebración.
En este encuentro cultural, la Casa Cultural Experimental Montuvia se convirtió en un santuario de expresiones, donde la danza, la gastronomía y la poesía se entrelazaron como hilos de una misma tela, los platos típicos sirvieron como aromáticas letras, recitadas en el idioma del sabor, mientras que los poemas campesinos resonaron como susurros del pasado que aún encuentran eco en nuestro presente.
El festival afro montuvio encendió Bolívar con su esplendor, este evento no solo fue una celebración, como recordatorio de la riqueza que yace en nuestras tradiciones, impulsándonos a abrazar y preservar la herencia cultural que nos define como pueblo.