Por: Génesis Loor López
En un resplandeciente hito para el turismo costero, la playa de San Lorenzo de Manta se ha convertido en un encanto natural. Este rincón ecuatoriano no solo atrae a los visitantes en busca de sol y arena, sino que también es un modelo ejemplar de turismo responsable.
“Estamos comprometidos con un crecimiento que no comprometa la belleza única de San Lorenzo. Queremos ser un ejemplo para otros destinos”, aventuró Diego Macías quien habita en este lugar desde que nació. Los turistas que llegan a San Lorenzo se sumergen en un entorno donde la conservación ambiental y la autenticidad se entrelazan armoniosamente. La comunidad local ha adoptado prácticas turísticas sostenibles promoviendo la preservación de la biodiversidad marina y terrestre.
Estas prácticas han convertido a San Lorenzo en un referente para destinos que buscan equilibrar el atractivo turístico con la preservación del entorno. “Nos encanta venir el fin de semana, es una playa tranquila y visitamos el faro porque la vista desde allá es increíble”, aseguró Eduardo Quiroz mientras mojaba sus pies en el mar.
La playa de San Lorenzo de Manta no solo invita a los visitantes a sumergirse en sus aguas cristalinas y disfrutar de la serenidad de la costa; también los inspira a ser guardianes responsables de este paraíso costero, creando así un círculo virtuoso de turismo sostenible y preservación ambiental.
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