Por: Génesis Loor
El espigón de Manta ubicado frente a las olas del mar, se ha convertido en un atractivo de la ciudad para los turistas y los mantenses, mientras baja el sol las luces se encienden en este lugar reflejando la brisa y el entorno verde.
Carla Vera, es una de las mantenses que le ha sacado provecho al majestuoso espigón, apreciando profundamente cómo la cercanía al mar y la abundante vegetación le contribuyen de manera significativa a su bienestar físico y mental. En este lugar se refleja la limpieza de sus áreas verdes y sus recorridos.
“Salgo de mi casa trotando hasta aquí y doy varias vueltas, me gusta por el espacio, lo limpio que está y la maravillosa vista que se aprecia, este espacio es ideal”, destacó Ariel Orellana cuando amarraba los cordones de sus zapatos.
Como ellos, decenas de personas aprovechan estos espacios para practicar ejercicios, compartir en familia, con sus mascotas y algunos hasta practican ciclismo.