Por: Carolina Molina
En la ciudad de Manta, una pequeña cafetería ha logrado capturar la atención y los corazones de los amantes del café, ofreciéndole a sus clientes una experiencia de sabores única. Este rincón acogedor, conocido por sus aromas seductores y ambiente relajante, se ha convertido en un recreo para aquellos que buscan una experiencia única para sus sentidos.
La cafetería “Dulce y Cremoso”, es un viaje sensorial que comienza desde el momento en que cruzas la puerta. El primer párrafo de este delicioso capítulo sensorial se despliega con el tentador aroma a granos de café recién molidos, que flota en el aire y llama a los visitantes. Su combinación de sabores en los pasteles les da un toque especial.
“Vengo por primera vez y me gusta el ambiente”, describió Génesis Loor mientras leía un libro y disfrutaba de un café. Este encantador establecimiento ha ganado rápidamente popularidad entre los residentes locales, convirtiéndose en un refugio acogedor para aquellos que buscan una experiencia única en la combinación de sabores y texturas.
Fuentes cercanas al negocio revelan que la Cafetería “Dulce y Cremoso”, se esfuerza por utilizar ingredientes frescos y locales en sus preparaciones, garantizando así la calidad y autenticidad de cada bocado. Además, el personal capacitado no solo sirve bebidas y postres exquisitos, también crea una experiencia cálida y acogedora para todos los clientes.
“Me gustan sus pasteles, aunque no soy amante del café he probado algunos y me han llegado a gustar, su ambiente es muy pacífico”, describió Luis Patiño sentado mientras conversaba con su novia.