Por: Melany Montero
En el bullicioso tejido urbano de la ciudad costera de Manta, un refugio natural ubicado en el sector Tarqui en el antiguo Monumento del Pescador yace un remanso de paz para los gatos callejeros. Aquel rincón especial se ha convertido en un faro de esperanza para esta especie gatuna, que encuentra seguridad y amor en medio de la vorágine urbana.
El refugio se erige como un oasis en medio del asfalto. Personas del sector Tarqui, destacan el preservar la vida en todas sus formas, ayudando a estos felinos que viven en el refugio frente al hostal “La vela”.
Daniel Arguello, morador del sector resaltó mientras sostenía una funda de comida para gatos. “Intentamos siempre aportar con algo a este espacio, son gatos abandonados y aquí por lo menos les brindamos comida”.
Este acto de amor y humanidad busca restaurar al amor y cuidado hacia los animales, exponiendo la empatía de un porcentaje de la población que busca refugiar a los seres que son abandonamos.
Andrea Macias, enunció luego de acariciar a los felinos que se abalanzaban sobre ella, “con amor les brindamos comida a varios gatitos, agua, y les compramos los envases para que puedan estar a gusto.