Por: Javier Aguilar
En un mundo dominado por las grandes cadenas, los pequeños negocios continúan demostrando su valía al ofrecer un servicio personalizado y una dosis de resiliencia en la comunidad. Tal es el caso de «LubricantesDayer», un local dedicado los últimos dos años a la venta de lubricantes para automóviles.
LubricantesDayer, ubicado en la Avenida 113, diagonal al centro comercial “El Coral”, ha demostrado que no se necesita ser una corporación gigante para tener un impacto positivo. Con una atención personalizada y un profundo conocimiento de su producto, el propietario, Manuel González, ha establecido relaciones sólidas con sus clientes, no solo conoce a la mayoría por su nombre, sino que también entiende las necesidades individuales de sus vehículos y ofrece recomendaciones específicas.
“Nuestro servicio es sencillo, pero no por eso es malo, buscamos atender a cada necesidad que mantengan los compradores, y también somos sinceros con quienes llegan, recomendando lo necesario, mas no, vendiendo cualquier cosa solo con el fin de lucrarnos.” admitió González, mientras mantenía su mirada fija en el pasar de los carros.
La historia de LubricatesDayer es un recordatorio de que el éxito de un pequeño negocio no solo se mide en términos de ganancias, sino, también en la contribución, en estar dispuesto a ayudar y en la capacidad de adaptarse a distintas circunstancias. La atención personalizada y el compromiso pueden ser activos valiosos en el mundo de las ventas.
«Si bien es cierto somos pequeños, pero estamos dedicados a brindar un gran servicio. Conocemos a nuestros clientes y sus necesidades, y eso es lo que nos ha ayudado a sobrevivir y prosperar», puntualizó Juan Carlos Chevez, trabajador de la empresa, mientras limpiaba el capo de un carro.