Por, Marelyn Mendieta Zambrano
La noche del 11 de noviembre, la Iglesia «Espíritu Santo» de Manta conmemoró sus 30 años de aniversario. La celebración fue un festejo marcado por la unión y compromiso de la comunidad creyente, quienes dedicaron un tiempo agradable dando gloria y honra al ser omnipotente. Este evento proporcionó momentos inolvidables para quienes asistieron, donde la luz de cada corazón iluminaba el lugar, reconociendo a Dios como el único anfitrión.
Los alrededores del templo resonaron con música, aplausos, gritos de júbilo, adoraciones y peticiones al cielo, creando una mezcla de emociones entre los residentes cercanos. Pastores de distintas congregaciones de la ciudad, extendieron sus invitaciones para que cualquier creyente sea participe. “Sean bienvenidos todos este día para celebrar otro año más de servicio para el Señor. Esperamos que sientan la satisfacción de la presencia de nuestro Padre en medio de este lugar”, enfatizó Ángeles Zambrano Santos, quien dirigía el culto, mientras sonreía viendo al público presente.
El entorno estaba impregnado de buenas vibraciones, generando una sensación de paz en medio del caos y el sufrimiento. A medida que avanzaba la velada llegó el plato fuerte, con un mensaje para su rebaño, dada por el pastor Jimar Gómez. “Este es un día lleno de regocijo. Me siento profundamente agradecido por ser el portador de la palabra de Dios para sus hijos”, aseveró Gómez con gran entusiasmo mientras secaba su frente con una toalla.
En el cierre de la celebración, la unión de la comunidad resonó en cada rincón de la Iglesia. Las oraciones, los agradecimientos y la fe inquebrantable fueron el hilo conductor de una velada que dejó marcado en los corazones de los presentes la certeza de que Dios es un Dios de promesas, guiando con luz y esperanza a aquellos que le siguen.