Por Danna Macias
El “Río Burro”, un importante arroyo de agua que atraviesa la ciudad de Manta, ha generado malestar entre los residentes debido a su persistente y desagradable mal olor. A medida que los años pasan, el problema se intensifica, afectando tanto al medio ambiente como la calidad de vida de las personas cercanas al lugar. Ciudadanos mantenses manifiestan su incomodidad ante esta situación.
El mal olor del río se ha convertido en un problema ambiental y de salud pública. Las autoridades locales han recibido múltiples quejas y peticiones de los ciudadanos para que se tomen medidas ante este hecho.
Residentes de la zona exigen acciones concretas por parte de las autoridades para abordar este problema ambiental y de higiene pública. Irene Salazar, residente de la zona, comenta que “es realmente desafortunado que el río se encuentre tan contaminado y emita un olor tan desagradable”.
Este hecho no solo afecta a los moradores del lugar, también perjudica a los restaurantes y negocios comerciales en los alrededores. “La situación es insostenible, el mal olor del río perjudica nuestro sector económico. Hemos notado una disminución en la afluencia de clientes e incluso algunos han expresado que el olor incómodo les impide disfrutar plenamente de su comida”, indicó Katherine Zambrano, propietaria de un restaurante local.
Este río se enfrenta a un problema persistente de ingesta de olores durante muchos años, mientras tanto habitantes continúan esperando una solución definitiva al mal olor y contaminación del “Río Burro”.