Por, Cobo Lascano Mayely
Un perro abandonado en las calles de Manta emprende un viaje en busca de bondad, después de ser rescatado y acogido por el refugio canino de Gustavo en San Lorenzo.
Este fiel compañero, un can de pelaje amarillo, fue encontrado en una de las principales calles de Manta, la conocida vía interbarrial, con fundas envueltas alrededor de su cuerpo. Siendo una historia que se teje con esperanza mientras busca un nuevo hogar y dueño.
La vida en las calles es un laberinto de incertidumbre para este pequeño amigo, que anhela dejar atrás el miedo y encontrar una familia donde pueda descansar y recibir amor. El refugio, como un faro de seguridad en su travesía, lo ha acogido con los brazos abiertos.
Gustavo Rodríguez, propietario del lugar, ha visto a innumerables perros en situaciones similares, resalta la importancia de la adopción y el amor incondicional que estos fieles compañeros pueden brindar.
Aseguró que el cachorro llegó asustado y desconfiado, pero con el paso de los días ha florecido un poco de esperanza. “Después de sobrevivir en las calles, al principio, se ocultaba en las jaulas, temeroso de los seres humanos. Pero con cada día que pasa, su desconfianza se disipa, evidenciada por el alegre movimiento de su cola y su dulce rostro”, detalló Rodríguez con una sútil sonrisa.
El perrito recién llegado, aún no lleva un nombre asignado, pero en el refugio ya están considerando algunas opciones, sin embargo, anhelan encontrarle un hogar antes, para que ellos se lo pongan.
Los transeúntes, como Mariana Delgado lamnetan que esta situación les ocurra a estos seres que son tan inocentes. “No entiendo como la gente los puede dejar en la calle, sin hogar. El ser humando es tan cruel”, rezongó Delgado mientras miraba al pequeño can.
En un mundo a menudo agitado, la historia de este perrito es un recordatorio de que la compasión y el apoyo pueden marcar una gran diferencia en la vida de los seres más vulnerables.