Por: Deivis Sabando
El seco de pollo, tesoro culinario de Ecuador, es un deleite sensorial que conquista paladares con su fusión de sabores auténticos. Este platillo emblemático se caracteriza por su preparación cuidadosa, que combina ingredientes fácilmente accesibles para crear una sinfonía gastronómica.
El comino aporta su fragancia terrosa, el achiote otorga su vibrante color y sabor, mientras que el pimiento, la cebolla y los tomates se fusionan para formar una base robusta y sabrosa. Sin embargo, es el pollo el verdadero protagonista, siendo cocido a la perfección para absorber los aromas y matices de la mezcla de especias.
“Es un deleite para mi paladar, sus sabores, su fragancia y sobre todo su textura, es algo que no se puede explicar, definitivamente una joya ecuatoriana”, estipuló Jorge Salinas, abogado, mientras se dirigía al supermercado para comprar los ingredientes del seco de pollo.
Desde los hogares locales hasta los restaurantes de renombre, el seco de pollo es un símbolo de la destreza culinaria ecuatoriana. Este platillo, más que una simple comida, es una experiencia que celebra la autenticidad y la pasión de la gastronómica de Ecuador.
“Desde que tengo memoria ese platillo siempre fue mi favorito, pasábamos tardes amenas en familia, degustando y riendo a carcajadas, extraño aquellos tiempos”, reveló Alexandra Gómez, artesana, mientras preparaba el delicioso seco de pollo.