Por: Carolina Molina
En las afuera de la universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (ULEAM), una joven entre el ruido de la ciudad y los estudiantes saliendo de la institución, brinda alimento y amor a los más necesitados.
La joven disfruta de una alegre comida en un puesto cercano a la universidad, compartiendo risas y anécdotas con sus primos. Al finalizar la deliciosa comida, consciente del valor de cada recurso, decidió no dejar que los huesos fueran desperdicios. Con una solicitud sencilla, pidió una funda para llevar y cuidadosamente guardó los restos.
Cargando una funda en sus manos y con una sonrisa, Paulette Tómala en las afuera de la institución enfatizó que muchas veces las personas tienen la oportunidad de brindar ayuda, “no es necesario tener dinero para poder darles de comer a los pequeños vagabundos que no pidieron ser abandonados “.
La empatía humana puede superar los obstáculos y alcanzar a los más desfavorecidos. “Más allá de un gesto, ayudar a los animales me hacen sentir bien conmigo mismo, no tengo mucho, pero doy lo poco que tengo y eso me hace sentir bien”, describió Barcia mientras sostenía una funda y conversaba con su prima.