Por: Kerly Cevallos Pico
El pregón era como un lienzo lleno de colores donde cada participante desfilaba con trajes coloridos y sonidos que se desplegaban por las calles de la parroquia Honorato Vázquez del cantón Santa Ana. Las calles se convirtieron en escenarios donde danzaban con diferentes temáticas, pero sin dejar de preservar la cultura manabita.
Cristina Mendoza, moradora de la parroquia, enfatizó que el pregón tiene un gran peso debido que es el paso de inicio de las fiestas de la parroquia, donde los niños y jóvenes se lucen que sus resplandecientes atuendos siendo así como joyas que adornan y dan vida al pregón con su carisma y alegría.
“El pregón es colorido, donde los niños se divierten, bailan y es lo bonito de ver que se trata de integrar hasta los más chiquitos de la casa, son los que roban sonrisas, además se trata de siempre demostrar la parte cultural que tenemos por naturaleza los manabitas”, aseveró Mendoza cuando se encontraba parada entre la multitud mientras observa el pregón.
Se vivió un gran inicio de las fiestas, el pregón es un espejo que refleja la belleza que tiene la comunidad, donde se vive con unión y algarabía, teniendo toda la oportunidad de ser partícipes, pero sobre todo es que conserva la bella cultura de la provincia de Manabí.