Por: Belén Rodríguez
En la calle 7 de agosto de Calceta, se encuentra el puesto “Mayalex”, las joyas exhibidas son más que meros accesorios tangibles que narran historias de la vida. Cada collar es un capítulo, entrelazando cuentos de amor, perseverancia y resiliencia, mientras que las pulseras son hilos que tejen conexiones simbólicas entre las almas.
Collares con piedras relucientes representan momentos de alegría deslumbrante, mientras que las pulseras tejidas con hilos resistentes simbolizan la fortaleza en tiempos difíciles. Este rincón de puesto no solo ofrece accesorios estéticamente hermosos, sino también una experiencia única de explorar la vida a través de la artesanía.
“Encantada con mi experiencia en el puesto de collares y pulseras, cada joya es una obra de arte que va más allá que llevan consigo historias palpables. Mi collar no solo es un adorno, sino una conexión con momentos significativos de mi vida. Este lugar redefine la joyería como una expresión poética, y estoy emocionada de llevar conmigo una narrativa tan única” detalló Daleska Alcívar mientras compraba su collar y pulsera.
“Cada pieza en nuestro puesto lleva contigo un pedazo de creatividad y pasión. Ver a los clientes conectarse con las historias detrás de las joyas es realmente gratificante. Este espacio es más que un simple comercio; es un rincón donde la artesanía se entrelaza con la narrativa humana”, añadió Andreina Moreira dueña del puesto mientras atendía a sus clientes. Collares con piedras relucientes representan momentos de alegría deslumbrante, mientras que las pulseras tejidas con hilos resistentes simbolizan la fortaleza en tiempos difíciles.