Por: Coraima Alvia Flores
En el pintoresco barrio Córdova, ubicado en la parroquia La Merced, los domingos adquieren un matiz especial gracias al evento tradicional que organiza Ricky Holguín, su bingo dominical. Esta actividad, que se ha convertido en un pilar de la comunidad, no solo ofrece la emoción del juego, sino que se ha transformado en un refugio para los vecinos, permitiéndoles despejar sus mentes y fortalecer la cohesión comunitaria.
Ricky Holguín, el organizador, afirmó con alegría que el bingo no solo es un evento recreativo, sino una oportunidad para que los residentes locales se conecten y compartan momentos amigables. “La idea es crear un espacio donde la gente pueda relajarse, disfrutar y olvidarse por un rato de las preocupaciones diarias”, aseveró Holguín con una sonrisa.
Además, admitió que estos bingos contribuyen económicamente a su familia. “Mi esposa aprovecha y vende corviches, bolos, salchipapas, fritada, empanada. Mis primas venden colas, juegos, cervezas, agua. Así que sí, ayuda”, aseguró Holguín.
Por su parte, bajo el cálido sol, los vecinos, quienes participan con entusiasmo cada semana, subrayaron que el bingo no solo les brinda la oportunidad de ganar premios, sino que también crea un ambiente acogedor y familiar. “Es como una pausa necesaria en medio de nuestras ocupadas vidas. Ricky ha logrado algo maravilloso aquí”, concretó Ruth Delgado, residente del barrio.
Más allá de los premios y la diversión, el Bingo ha desempeñado un papel crucial en fortalecer los lazos entre los vecinos. “Es asombroso cómo algo tan sencillo puede unir a la comunidad de esta manera”, puntualizó Mariuxi Reyes, participante regular del evento.
Así, este bingo de Ricky Holguín emerge como un faro de tradición y solidaridad en el corazón de La Merced. Con la certeza de que cada domingo traerá risas, emoción y amistad, este evento se ha convertido en mucho más que un simple juego de azar; es el tejido mismo que une a los vecinos de Córdoba en una comunidad fuerte y unida.