Por: Cobo Lascano Mayely
A medida que los días de noviembre pasan, los centros comerciales más conocidos de la ciudad de Manta, se visten de gala con decoraciones navideñas y luces brillantes. Estos lugares se convierten en un faro de esperanza y alegría, donde niños como Snaider Zambrano, de 10 años, sueñan con recibir regalos de Santa Claus.
“Espero que Papa Noel me deje muchos regalos bajo el árbol, porque me he portado bien este año “, aseguró Zambrano con una sonrisa, mientras recorría cada pasillo de un centro comercial.
Por su parte, María López, decoradora del Coral, afirmó con una mirada que reflejaba alegría, que trabajar en la decoración navideña es un verdadero reto, sin embargo, ver las dulces sonrisas en los rostros de los niños y demás visitantes del lugar, hace que valga la pena todo el trabajo y esfuerzo que hace.
En cada rincón de la ciudad costera, la magia de la Navidad se teje con hilos de luces que adornan calles y plazas, como si fueran estrellas caídas del cielo. Los comercios brillan con vitrinas llenas de regalos esperando ser descubiertos, como tesoros escondidos, las casas se visten de colores y destellos, recordando la promesa de un mundo mágico que emerge en esta época del año y en medio de esta maravillosa transformación, los corazones se llenan de alegría y esperanza.