Por Dayana Tutiven
En Ecuador, la novena de navidad es una tradición que ilumina los corazones como una vela encendida en la oscuridad, invitando a las familias a prepararse espiritualmente para el nacimiento del Niño Jesús. Durante nueve días, las comunidades se reúnen entre oraciones, cantos y reflexiones, creando un tejido de fe y esperanza que une a todos. Este 15 de diciembre, el barrio Córdova dio inicio a su novena con un ambiente cálido y participativo, donde los vecinos demostraron que juntos son como un coro de voces que celebran la tradición.
«Me la pasé bien, me la pasé en familia, como debería de ser. La novena, más bien, es para unir y estar en familia, y sí, asistiré mañana», afirmó con una sonrisa en el rostro Carmen López, quien destacó la importancia de compartir estos momentos en comunidad.
La celebración comenzó con las oraciones iniciales, un primer paso en este camino de preparación y recogimiento. Tanto adultos como niños disfrutaron de los chigualos, cuyos ritmos y melodías resonaron como una caricia al alma, reafirmando las raíces culturales del país. La alegría se sintió en cada rincón, transformando el espacio en un refugio de unión y tradición.
«Realizar las novenas es prepararnos para el nacimiento del Niño Jesús. Es el primer año que lo hacemos en el sector, porque lo que queremos es que, poco a poco, el barrio se fortalezca y se una aún más de lo que ya está «, resaltó Lorena Mosquera, secretaria del Comité Ciudadano del Barrio, dejando claro que la fe es el puente que conecta los corazones de los vecinos.
El evento culminará el 22 de diciembre con un compartir comunitario, cerrando este viaje espiritual con un momento de alegría colectiva, reafirmando que el Barrio Córdova es, como una estrella en el cielo nocturno, un símbolo de esperanza y unidad.