Por: Antonella Alava
En el asfalto de la ciudadela Divino niño, en Bolivar, Calceta, Manabí, se desata la fiebre deportiva con la liguilla final de la Copa Deportiva Ledy Laura Muñoz. Este evento se convierte en un recipiente de emociones que envuelve la comunidad, respaldado por la Alcaldía de Bolivar, y que difunde las líneas del deporte para teñir de vitalidad y alegría cada rincón de la ciudad.
Desde las gradas, donde las miradas se traban con el vaivén de la pelota, Juan José Mendoza, un ferviente seguidor del fútbol local admitió, “cada jugador da su máximo esfuerzo, y que esto a más de ser una competencia es una forma de recrearse». Sus palabras revelan la conexión única entre los jugadores y la audiencia, donde el deporte se convierte en una forma de expresión colectiva.
Para Eugenia Muñoz, residente de la Cdla. Divino Niño, este torneo es más que una serie de partidos donde afirmó que, «se siente como el pulso acelerado de la comunidad, un latido compartido que une a vecinos, amigos y familiares alrededor de la cancha». Sugiere la intensidad del juego, la vitalidad que inyecta a la vida de quienes participan y presencian el evento.
En la cancha de juego, cada patada resuena y da emoción entre el público, los jugadores, con sus uniformes coloridos, se convierten en protagonistas de una narrativa colectiva donde la competencia se entremezcla con risas, abrazos y gestos de confianza, la cancha delimitada por líneas blancas es un escenario donde se representan las conexiones comunitarias.
La Cdla. Divino niño, guía la pasión del evento, se transforma en un microcosmos donde la integración familiar, la actividad física y la reactivación económica son más que consignas son realidades palpables, cada detalle contribuye a la riqueza de la vida comunitaria.
Así, la liguilla final de la Copa Deportiva Ledy Laura Muñoz vive este campeonato, un capítulo resonante en la ciudadela Divino niño, la tribuna se une en una celebración que trasciende el deporte para convertirse en un testimonio de vitalidad y unidad.





