Por Steven Pérez
Latas, plásticos, cartones y demás objetos, laten de mal olor en las distintas arterias de la Parroquia Eloy Alfaro en Manta. Por más de 4 meses esta ola de contaminación ha perturbado el bienestar de sus habitantes, y con ello un incremento de enfermedades latentes en el ambiente.
En el Barrio Santa Ana, como especies rivales, habitantes se quejan ante los malos olores e incremento de ratas que provoca la acumulación de basura. Mareos, dolores de cabeza y vómitos son lo más frecuente. “El olor es insoportable, me preocupa que mis hijos se enfermen”, puntualizó Karla Zambrano entre murmullos.
Lucía Muentes al dirigirse a la parada de bus reveló que hay un botadero de desperdicios intolerable para su olfato, afirma que vecinos inconscientes botan y queman basuras dañando el ambiente y perturbando la diversión de los niños.
Los recolectores de basura dados por el Municipio de Manta tienen su ruta establecida, con lo cual el recorrido les facilita recolectar la mayor cantidad de desperdicios en poco tiempo. Los vecinos resaltan esta acción positivamente.