Por: Cobo Lascano Mayely
Los autobuses en Manta, ocupan un lugar central en la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (Uleam), haciendo de su parada un enclave esencial marcado por líneas blancas. Este espacio se transforma a diario en un teatro urbano donde estudiantes y autobuses ejecutan una coreografía única.
En el trasiego diario de la vida universitaria, los autobuses se entrelazan hábilmente tras cruzar el semáforo principal de la universidad, creando un espectáculo visual en medio del ajetreo constante. Cada autobús, como una estrella en este cielo móvil, desempeña un papel esencial en la movilidad estudiantil, siendo parte integral de esta danza urbana que conecta las diferentes trayectorias de quienes buscan llegar a sus destinos respectivos.
Darwin Vélez, conductor de la línea 10, destacó la estricta regla de recoger exclusivamente a estudiantes en la parada designada después del semáforo. Las líneas blancas delinean el estacionamiento, donde los autobuses, en especial la línea 10, aguardan su turno, contribuyendo a la escenografía organizada en medio del bullicio diario.
Andrea Rosado, estudiante de la Uleam, quien portaba uniforme rojo y mochila, afirmó que actualmente solo en la parada coge el bus, ya que ha tratado de hacerlo en el semáforo, pero tienen la puerta cerrada o simplemente les dicen que caminen hasta la estación para poder subirse.
En este continuo ir y venir diario, la parada de autobús de la Uleam emerge como un faro de orden en medio del bullicio urbano, mismo que va más allá de ser simplemente un punto de partida, convirtiéndose en un símbolo del compromiso y la conexión esencial entre los estudiantes y sus metas educativas. Este espacio redefine la experiencia de espera de los estudiantes y contribuye a la disciplina que caracteriza este punto central en su día a día.