Por Kevin Chavez
El Parque Central de Junín, ubicado frente a la iglesia «Nuestra Señora de Lourdes», se ha convertido en un lugar emblemático no solo por su belleza, sino también por la seguridad que ofrece a las familias y, en particular, a los niños que disfrutan de sus juegos y áreas de recreación. Este espacio es un refugio para la diversión infantil, donde los más pequeños pueden disfrutar de toboganes, columpios, pasa manos y otros entretenimientos al aire libre sin temor a peligros o preocupaciones.
El parque central de Junín atrae la diversión para los niños de la comunidad. La presencia de juegos diseñados para diferentes edades y gustos, acompañados de áreas verdes bien cuidadas y bancos para descansar, crea un ambiente propicio para que los más jóvenes jueguen y socialicen en un entorno seguro y amigable.
“Vengo en las noches a caminar con mi familia y es bueno saber que aún existen lugares en los que se puede circular con tranquilidad”, comentó Paulina Intriago, madre de familia y ciudadana local del cantón.
Una de las claves de la seguridad en este parque radica en la colaboración ciudadana. La comunidad se ha involucrado activamente en la protección y el cuidado de este espacio. Los residentes y visitantes comprenden la importancia de mantener un ambiente ameno y seguro para los niños y trabajan juntos para garantizar que el parque siga siendo un lugar idóneo para las familias.
“Lo bueno de ser un cantón pequeño es que todos nos conocemos de alguna u otra manera, esto permite saber el tipo de personas que nos rodean. Todos colaboramos si se trata de ayudar”, expresó Paco Palacios, encargado del cuidado de los vehículos parqueados en los exteriores del parque.
Además, el apoyo de la Policía Municipal también contribuye a la seguridad en el parque. Los oficiales patrullan regularmente el área brindando una presencia visible que disuade actividades delictivas y brindando asistencia en caso de ser necesaria.