Al grito de un gol

Por Patricio Capa

La imponencia y la majestuosidad de un edificio deslumbró mi mente. Eran las 11h00 y me encontraba en el estadio Jocay de la ciudad de Manta a la espera de Sebastián Ribadeneira y Maycol Mendoza, dos estudiantes de sexto semestre de la carrera de Comunicación de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí. Dos jóvenes incursionan en el mundo del periodismo deportivo y tienen una afición por la narración y locución del deporte de Maradona: El fútbol.

Me encontraba en la parte más alta del estadio contemplando lo insignificante que es mi presencia ante la soledad que albergaba las paredes, cuando a lo lejos los ví. Uno de ellos venía con una camisa deportiva y un jean algo holgado al igual que su cabello, él es Maycol. El otro era un chico de piel morena, alto con una camisa y pantalón de color negro, él es Sebastián.

Caminamos por un largo pasillo con varias puertas a nuestra derecha. Cada puerta daba acceso a cabinas reservadas únicamente para medios grandes que pagaban por ese privilegio. Cuando me refiero a medios grandes hablo de radios, canales digitales o portales webs reconocidos en la ciudad. Maycol y Sebastián se encontraban incursionando desde la radio de su carrera: Uleam Radio 101.7 fm. Una radio que busca resurgir con jóvenes talentos en la comunicación.

Mientras buscaban un sitio para colocarse escuché un comentario: “Transmitamos aquí ya que cerca hay un tomacorriente y nos será útil para la laptop”. Estábamos en las gradas que, vestidas del polvo y la suciedad, se disponían a ser el sitio idóneo para transmitir.

Sebastián, ¿cuánto tiempo llevan trasmitiendo partidos de esta manera, de una manera tan sencilla y ex.poniéndose a las peligrosas garras de la delincuencia y experimentando de manera empírica? Pregunté a uno de ellos.

Sus voces empezaron a resonar en un estadio el 11 de mayo en un encuentro entre la Liga de Portoviejo y el Club Politécnico de Calceta. Encuentros deportivos validos por el ascenso provincial de la segunda categoría del fútbol ecuatoriano. El escenario en aquel entonces fue el estadio Reales Tamarindo de la cuidad de Portoviejo.

Aquella vez fue un momento único según comenta Sebastián. Era la primera vez que narraba un partido del equipo de su cantón y del cuál es hincha. En ese momento solo contaban con una laptop, un cargador, cuaderno, lápiz y su celular, de dónde compartían internet móvil hacia la computadora.

“Era un completo desafío narrar sin equipos usando únicamente el micrófono de la laptop en un estadio donde el ruido opacaba tu voz” Eso mencionaba Maycol al recordar la experiencia vivida. Pero, a pesar todo, sonríen.

Los recuerdo del pasado se esfuman con los cables y el apuro por tener todo listo cuando faltaban solo 15 minutos para que empiece el partido. Ellos trataban de anotar todo en su cuaderno: alineaciones, suplentes, estadísticas. Todo lo que les podía servir a la hora de narrar, mientras yo trataba de ayudarles colocando los cables y dejando el audio listo para transmitir. En el césped se podía observar a los jugadores haciendo sus ejercicios de calentamiento. Los equipos que se median en esta ocasión eran Juventud Italiana y Santa Ana F.C.

Una nueva transmisión estaba a punto de iniciar y dos voces comenzaron a resonar en aquel estadio. Dos sueños que desean algún día tener un espacio en el competitivo mundo del periodismo deportivo. Dos jóvenes con un micrófono, pasión por el fútbol y sueños que se ensalzan vibrando a un solo grito de gol.