Por Steven Pérez
La parroquia Eloy Alfaro se encuentra hundida en una crisis sin precedentes, la provisión de agua potable hace semanas está suspendida indefinidamente. Los habitantes, que antes daban por sentada la disponibilidad constante de agua, ahora combaten con la sequía que amenaza no solo su comodidad diaria, también su salud y bienestar.
En el barrio Santa Ana el agua es de suma importancia para sus residentes. Jacinto Suárez de 70 años comparte como han sido sus días en esta ola de problemas, detalla que de vez en cuando llama tanqueros para llenar su aljibe, sin embargo, le es difícil pagar, pues él no trabaja y su único apoyo es su hija.
En la parroquia Eloy Alfaro la población vive con el mismo impasse, las familias mantenían una administración del dinero enfocada en alimentos y demás necesidades básicas, con lo cual el servicio de agua potable le era fácil manejar cada fin de mes. Por otro lado, hoy en día el servicio por tanquero atormenta cada vez más los bolsillos de las familias.
“Cuando había agua potable era responsabilidad de cada ciudadano pagar por ese servicio, pues no era tan caro, ahora que no hay, tener agua te sale el doble de caro que cuando anteriormente se pagaba por ello”, afirma Melina Sánchez, residente del barrio 15 de abril, esperando que la alcaldía de Manta con sus autoridades remedie esta situación que los inquieta.